Lo que debía ser un receso técnico en la audiencia contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez terminó convirtiéndose en un nuevo capítulo de controversia, luego de que un micrófono quedara abierto y expusiera lo que no debía oírse: risas y burlas por parte de la fiscal y representantes de víctimas.
Todo ocurrió cuando se leyó en sala un mensaje que el propio Uribe había publicado en su cuenta de X (antes Twitter):
“Al reiniciar estas audiencias, pido la ayuda del santo padre Francisco, para que desde el cielo me ayude a superar este injusto juicio”.
Lo que vino después fue tan sorpresivo como bochornoso. Mientras la asistente terminaba de leer, la fiscal —mirando al senador Iván Cepeda, parte del proceso como víctima— comentó entre risas:
“Yo le estoy pidiendo al papa que me ayude. ¿A quién le va a hacer caso el papa?”.
Las carcajadas no se hicieron esperar y el micrófono indiscreto tampoco perdonó.
El expresidente reaccionó de inmediato desde su cuenta, visiblemente molesto:
“¿Será que lo que se oyó a la Fiscal, en recocha y camaradería con las supuestas víctimas, da para una sanción disciplinaria? El error de dejar abierto el micrófono los delató. Por lo menos esos comportamientos afectan la reclamada majestad de la justicia”.
El Centro Democrático también se pronunció, calificando el momento como una falta de respeto:
“En las audiencias del expresidente Uribe hemos visto todo tipo de irrespeto. Hoy queda en evidencia uno más. Risas burlonas y comentarios de la fiscal sobre el mensaje de fe del expresidente Uribe. Ese es el nivel al que hemos llegado”.
Aunque la intervención ocurrió durante un receso, el episodio ha generado revuelo en redes y vuelve a poner en la mira la imparcialidad y el tono del proceso judicial más mediático de los últimos años en Colombia.