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En la sesión plenaria del Congreso convocada para este 9 de abril, se desató una fuerte polémica que marcó la jornada. El tema de discusión giró en torno a la presencia de Jorge Tovar, hijo del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, quien fue designado para presidir la sesión en la que se escucharían a las víctimas de la violencia.
Esta fue la fuerte polémica en la sesión del Congreso en pleno citada para hoy 9 de abril para escuchar a las víctimas. Las senadoras María José Pizarro y Ayda Avella, pidieron que el representante Jorge Tovar, hijo del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, no presida la sesión.
Las senadoras María José Pizarro y Ayda Avella fueron las principales voces críticas que cuestionaron la legitimidad de Tovar para asumir la presidencia de la mesa. Pizarro, en un claro pronunciamiento, manifestó que no le parecía apropiado que Tovar encabezara la sesión debido a su vínculo familiar con uno de los más notorios líderes paramilitares del país.
“Hay otros miembros de la mesa directiva, pero que sea presidida por el representante Tovar, creo que no es, en términos de formas, lo más oportuno”, aseguró Pizarro ante el pleno.
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Por su parte, la representante Katherine Miranda, también presente en la sesión, defendió enfáticamente la legitimidad de Tovar como miembro de las curules de paz. Aseguró que su presencia en el Congreso y su labor como representante no deberían ser cuestionadas por su parentesco.
“Es inaceptable que se juzgue a una persona como Jorge Tovar por ser ‘el hijo de’. Si no fuera así, usted no tendría por qué estar aquí sentada, señora María José Pizarro”, le respondió a la senadora, generando un clima tenso en el recinto.
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La controversia pone de manifiesto las profundas divisiones que persisten en el Congreso sobre el proceso de paz y la reintegración de excombatientes al ámbito político. Mientras unos defienden la inclusión de quienes provienen de sectores armados como parte del proceso de reconciliación, otros consideran que las conexiones familiares con figuras vinculadas al conflicto podrían empañar la legitimidad de estos actos.
La discusión continuó durante toda la jornada, dejando claro que el país aún enfrenta desafíos significativos en su camino hacia la sanación y la reconstrucción de tejido social, donde las víctimas y los victimarios a menudo se cruzan en las deliberaciones políticas.