El Tribunal Supremo de Brasil aceptó este miércoles la denuncia contra el expresidente Jair Bolsonaro, quien será juzgado por presuntamente planear un golpe de Estado para impedir la llegada al poder de Luiz Inácio Lula da Silva en 2023.
La decisión fue tomada por unanimidad por los cinco magistrados de la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF), quienes consideraron que hay pruebas suficientes para enjuiciar a Bolsonaro y a siete de sus excolaboradores, entre ellos exministros y militares de alto rango.
El expresidente es acusado de los delitos de abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, organización criminal armada, daño calificado y deterioro del patrimonio público, que podrían acarrearle hasta 40 años de prisión.
Las investigaciones apuntan a que Bolsonaro y su círculo cercano habrían planeado la intervención militar tras las elecciones de 2022, en las que Lula resultó vencedor. Entre las pruebas clave está un borrador de decreto que proponía declarar estado de sitio, así como la confesión de su exedecán, el teniente coronel Mauro Cid.
Además, se le vincula con los ataques del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus seguidores asaltaron el Congreso, el Palacio Presidencial y el Supremo Tribunal en Brasilia.
Tras conocer la decisión judicial, Bolsonaro afirmó que es víctima de una persecución política para impedirle ser candidato en las elecciones de 2026. Sin embargo, ya había sido inhabilitado políticamente hasta 2030 por la Justicia Electoral debido a sus ataques contra las instituciones democráticas.
El juicio aún no tiene fecha definida y Bolsonaro permanecerá en libertad mientras avanza el proceso.