Un empresario alemán de 53 años falleció en un hospital tras quedar inconsciente durante una sesión de bondage en un burdel de Hamburgo. La dominatrix involucrada, identificada como Jacqueline S., fue arrestada y enfrenta cargos por lesiones corporales graves con resultado de muerte.
El encuentro, que costó cerca de 4 millones de pesos colombianos (£750), estaba programado para seis horas e incluía prácticas de tortura y sumisión extrema. La víctima fue vestida con un corsé ajustado, atada con cadenas de acero y suspendida en el aire. Según la dominatrix, tras 15 minutos en esa posición, el hombre colapsó repentinamente sin mostrar signos previos de sufrimiento ni pronunciar la palabra de seguridad acordada.
Pese a los intentos de reanimación, un fallo en el mosquetón impidió liberar al empresario a tiempo, lo que derivó en su asfixia. Fue trasladado en estado crítico al hospital, donde falleció tres días después.
Jacqueline S. enfrenta una posible condena mínima de tres años de prisión. “Parecía alguien seguro de sí mismo, con mucho conocimiento en este tipo de encuentros”, declaró la acusada ante las autoridades.