La disminución de los niveles del río Magdalena ha generado preocupación en el sur del Atlántico, donde los niveles del río han descendido cerca de 10 centímetros diarios. Este jueves, el sensor de la Estación San Pedrito, ubicada en el municipio de Suan, registró una medida por debajo de los 3 metros, lo que obligó a las autoridades a tomar medidas preventivas para garantizar el suministro de agua potable en la región.
La situación, consecuencia de la temporada seca, ha llevado al acueducto del sur del Atlántico a reubicar las barcazas de captación de agua. Una de las barcazas, que abastecía al municipio de Santa Lucía, fue movida aproximadamente seis metros hacia una zona más profunda del Canal del Dique. Lo mismo ocurrió con la barcaza destinada a las poblaciones de Manatí y Candelaria, que fue reubicada ocho metros.
Estas reubicaciones no serán las últimas, ya que el acueducto también tiene previsto mover las bocatomas de Luruaco y Repelón la próxima semana, cuando se espera que el río continúe descendiendo y alcance sus niveles más bajos. Según Alfredo Castro, jefe operativo de Aguas del Sur del Atlántico, las barcazas necesitan que los niveles del río estén entre 1.80 y 2 metros de profundidad para funcionar correctamente.
“Estamos monitoreando constantemente los niveles del río y ya tenemos localizados ciertos puntos donde la profundidad es mayor. A medida que el río sigue descendiendo, reubicaremos las barcazas a zonas más profundas para asegurar la captación del agua”, indicó Castro.
El municipio de Campo de la Cruz enfrenta el panorama más crítico, ya que las condiciones del área no permiten una reubicación de la barcaza. Por esta razón, se están realizando labores de dragado en la zona de captación para aumentar la profundidad y permitir la operación de la barcaza.