En un hecho inesperado durante un consejo de ministros transmitido en vivo, la vicepresidenta y ministra de la Igualdad de Colombia, Francia Márquez, expresó su desacuerdo con el presidente Gustavo Petro, al cuestionar la inclusión en su Gobierno de funcionarios señalados por corrupción. Márquez se refirió específicamente al nombramiento del exembajador Armando Benedetti como nuevo jefe de despacho de la presidencia, destacando que aunque respeta la decisión del mandatario, no la comparte.
“No me parece, y respeto a Benedetti, pero no comparto su decisión; la respeto porque usted es el jefe de Estado y es el presidente, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno a esas personas que sabemos que tienen gran parte de responsabilidad con lo que está pasando”, señaló la vicepresidenta, quien expresó una clara discrepancia con la dirección tomada por Petro.
La crítica de Márquez no solo se limitó a Benedetti, sino que también incluyó a la nueva canciller Laura Sarabia, quien es considerada una de las figuras más cercanas al presidente. En sus declaraciones, Márquez afirmó haber tenido que recordarle en varias ocasiones a Sarabia que la respetara como vicepresidenta, generando un clima de tensión dentro del gabinete.
“Me ha tocado decirle: ‘respéteme que soy la vicepresidenta’”, subrayó Márquez, visibilizando la fractura de relaciones dentro del equipo de Gobierno. La vicepresidenta también remarcó su compromiso con la honestidad y su visión transparente tanto para el país como para el presidente Petro, señalando que cuando decidió unirse a este proyecto lo hizo de buena fe.
Por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, también se mostró en desacuerdo con las decisiones del presidente y respaldó las críticas de Márquez. Como feminista y mujer, Muhamad expresó que no podía formar parte de un gabinete “progresista” que incluyera a figuras como Benedetti y Sarabia, quienes, según ella, no representaban los principios del proyecto de cambio social impulsado por el Gobierno.
“Ni las relaciones exteriores ni la actual jefatura de este proyecto están en manos de este proyecto, están en manos todo lo contrario de este proyecto”, indicó Muhamad, haciendo alusión a las designaciones que, según ella, desvían el rumbo del Gobierno hacia intereses contrarios a la agenda progresista.
A pesar de las críticas, Muhamad enfatizó que no renunciaría al proyecto ni al Gobierno, pero expresó su malestar de forma tajante. La ministra de Ambiente instó a mantener la integridad y la dignidad de lo que ella considera el verdadero proyecto progresista.
En un gesto de apoyo, varios miembros del gabinete se solidarizaron con Francia Márquez y Susana Muhamad. Entre ellos, el director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, quien manifestó su respaldo a la postura de las ministras, sugiriendo que figuras como Benedetti y Sarabia deberían ocupar cargos menores dentro del Gobierno.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, también expresó su solidaridad, al igual que los directores del Dapre, Jorge Rojas, de Planeación Nacional, Alexander López Maya, y de la UNP, Augusto Rodríguez.
Esta controversia pone de relieve las tensiones internas en el Gobierno de Petro, cuestionando la coherencia del gabinete con los valores progresistas por los que el presidente fue elegido. La discusión abierta sobre estos nombramientos podría tener implicaciones importantes para la estabilidad y la cohesión dentro del Ejecutivo.