El Festival del Frito Cartagenero 2025 se consolidó como uno de los eventos gastronómicos más exitosos de la historia, con ventas que alcanzaron los $1.800 millones. Durante los 10 días que duró el festival, celebrado en Cartagena y organizado por la Alcaldía Mayor de Cartagena a través del Instituto de Patrimonio y Cultura (IPCC), se benefició a 67 matronas, emprendedores y artesanos locales.
El evento, que se llevó a cabo en el Monumento a los Zapatos Viejos, registró la venta de más de 200 mil arepas de huevo, tanto tradicionales como innovadoras, además de 150.000 fritos entre empanadas, carimañolas, arepitas dulces y buñuelos de frijol. Las ventas en bebidas alcanzaron $100 millones, en cocteles $60 millones, y en dulces típicos $40 millones.
El alcalde Dumek Turbay Paz destacó que este festival benefició a cerca de 400 familias locales y reafirmó su compromiso de seguir apostando por eventos internacionales que favorezcan a la comunidad. “El Festival del Frito Cartagenero es parte de nuestro patrimonio cultural. Hoy celebramos el éxito de cerca de 400 familias que han visto crecer sus economías”, señaló Turbay.
Por su parte, Lucy Espinosa Díaz, directora del IPCC, resaltó la importancia de la gastronomía en la identidad cultural de Cartagena. “Este festival es símbolo de la revitalización de nuestro patrimonio cultural. Buscamos rentabilidad social en todos sus niveles y fortalecer nuestra postulación ante la Unesco como ciudad creativa en materia de gastronomía”, expresó Espinosa.
En cuanto a los premios, los mejores exponentes del festival fueron reconocidos en distintas categorías:
- Mejor arepa de huevo: José Gregorio Suárez Monsalvo
- Mejor frito innovador: Rosa Esther Pérez Ortiz
- Mejor carimañola: Edilsa Almeida de Romero
- Mejor buñuelo de frijol: Marielen León Correa
- Mejor arepita dulce: Martha Elena Blanco Valencia
- Mejor empanada de carne: Bernabela Bru Zambrano
El talento musical en el evento estuvo compuesto en su mayoría por artistas locales, seleccionados a través de la convocatoria Candela Viva, consolidando el evento no solo como una fiesta gastronómica, sino también como una plataforma para la música y el talento cartagenero.