La Cámara Colombiana de la Infraestructura, seccional norte, expresó su preocupación ante el decreto del Gobierno nacional que suspendió una serie de inversiones estatales, incluyendo las vigencias futuras destinadas al megaproyecto del Canal del Dique. Esta obra, de gran impacto para miles de personas, la Bahía de Cartagena y la Ciénaga de Barbacoas, podría quedar sin fondos.
En un comunicado de cinco puntos, la entidad manifestó su posición frente al Decreto 0069 del 24 de enero, emitido por el Ministerio de Hacienda, que establece que el aplazamiento de las apropiaciones del Presupuesto General de la Nación para 2025 será aplicable solo si se cumple alguna de las siguientes condiciones:
- Que las partes involucradas en el contrato acuerden reprogramar las vigencias futuras.
- Que los contratistas no cumplan con las fechas establecidas en los cronogramas de entrega de bienes y servicios, tras evaluación técnica, financiera y jurídica.
Según la CCI, ninguna de estas condiciones se cumple en el caso del proyecto de Restauración de los Ecosistemas Degradados del Canal del Dique. Por ello, afirman que la expedición del decreto no debería implicar automáticamente el aplazamiento de las vigencias futuras que respaldan las obligaciones de pago de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) con Sacyr Concesiones, contratista del proyecto.
El gremio advirtió que cualquier aplazamiento solo podrá darse por mutuo acuerdo entre la ANI y el contratista, y por el monto que ambas partes definan. Además, señaló la importancia de garantizar los desembolsos para actividades clave como el dragado del canal, la reparación y mantenimiento de la infraestructura para prevenir inundaciones y la realización del estudio de impacto ambiental solicitado por el Ministerio de Ambiente.
Finalmente, la CCI hizo un llamado urgente a la ejecución de este proyecto, destacando su importancia para la protección de vidas humanas, la reducción de sedimentos que afectan la Bahía de Cartagena y el Parque Natural Islas del Rosario, y el desarrollo sostenible del Caribe. Subrayaron que la obra ya acumula dos años de retraso por razones ajenas al contratista, lo que hace aún más crítica su pronta materialización.