El cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha expresado su preocupación por el impacto que el uso excesivo de pantallas tiene en niños y adolescentes. Según Gates, este hábito está afectando gravemente el desarrollo emocional, social y cognitivo de las nuevas generaciones, con consecuencias preocupantes para su bienestar y capacidad intelectual.
Estas declaraciones están en línea con los planteamientos del libro La Generación Ansiosa de Jonathan Haidt, que analiza los efectos de una infancia marcada por la tecnología. Gates destaca cómo el uso intensivo de dispositivos, especialmente teléfonos móviles, se ha intensificado desde la pandemia, exacerbando problemas como ansiedad, depresión y trastornos alimentarios.
“Las consecuencias son asombrosas. (…) Esto ha coincidido con fuertes picos de ansiedad y depresión, mayores tasas de autolesiones y una caída en picado de la autoestima, a pesar de estar más conectados que nunca”, afirmó Gates.
Entre los cambios más preocupantes, Gates señala la pérdida de hábitos saludables: “Menos y peor sueño, menos lectura, menos socialización en persona, menos tiempo al aire libre y menos independencia”.
Sin embargo, su mayor inquietud radica en el impacto sobre el pensamiento crítico y la capacidad de concentración. “Sin la capacidad de concentrarse intensamente y seguir una idea a donde sea que nos lleve, el mundo podría perder avances importantes”, explicó el filántropo.
Gates también criticó la paradoja de la crianza moderna, en la que los padres son protectores en el ámbito físico, pero muestran poca supervisión en el entorno digital. Según datos citados por Gates, los jóvenes dedican entre seis y ocho horas diarias a actividades de ocio frente a una pantalla, y un tercio asegura estar en redes sociales “casi constantemente”.
El empresario y filántropo hizo un llamado urgente a padres, educadores y la sociedad en general para establecer límites claros y fomentar un uso más responsable de la tecnología. Subrayó que un mayor control podría ayudar a las generaciones futuras a recuperar habilidades esenciales como la concentración, el pensamiento crítico y la interacción personal.