El representante de la ONU en Colombia expresó su preocupación por el aumento de la violencia en la región, que ha dejado decenas de muertos y miles de desplazados.
Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, representante del Secretario General de la organización en Colombia, condenó enérgicamente los recientes ataques violentos en el Catatumbo, región de Norte de Santander, que han causado la muerte de al menos 80 personas y el desplazamiento de más de 36,000 habitantes.
“Los primeros días de este 2025 han estado marcados por la violencia. Me entristecen profundamente los hechos ocurridos en Catatumbo, que han cobrado decenas de vidas, entre excombatientes, líderes sociales y miembros de la comunidad. La situación es alarmante, y la sociedad civil clama por un cese inmediato de las muertes y las afectaciones”, manifestó Ruiz Massieu.
El representante de la ONU calificó estos crímenes como un ataque directo contra los esfuerzos de paz en Colombia, subrayando que estos actos violentos “son contra la paz misma”. En su discurso, hizo un llamado urgente a los grupos armados para que cesen todas las acciones violentas contra la población civil.
Ruiz Massieu también recalcó que, a pesar de la grave situación de seguridad, el Catatumbo sigue esperando los beneficios del Acuerdo de Paz de 2016, particularmente en cuanto a la mejora de los servicios públicos, las oportunidades de desarrollo y, por supuesto, la seguridad en la región.
El representante de la ONU destacó el compromiso del gobierno colombiano con el diálogo como mecanismo principal para abordar las diferencias y resolver el conflicto armado. Sin embargo, enfatizó que esta situación debe ser vista como una oportunidad para reflexionar sobre el actual proceso de paz y realizar ajustes necesarios que garanticen una mejor protección de las comunidades y el respeto por el Derecho Internacional Humanitario.
“A medida que los actores armados se sienten impulsados a participar en conversaciones, es crucial que se respeten las normas del Derecho Internacional Humanitario y que los procesos de diálogo vayan acompañados de estrategias de seguridad centradas en la prevención y protección de las comunidades más vulnerables”, señaló Ruiz Massieu.
El panorama en el Catatumbo sigue siendo preocupante, con la violencia generada por actores como el ELN y las disidencias de las FARC, que persisten en su lucha por el control de territorios clave para el narcotráfico. La situación ha llevado a miles de personas a huir de sus hogares, generando un grave problema humanitario que requiere atención inmediata por parte de las autoridades colombianas y la comunidad internacional.
En este contexto, el papel de la ONU en Colombia sigue siendo clave para impulsar el proceso de paz y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas por el conflicto.