Este viernes, los ganaderos italianos celebraron el día de San Antonio Abad, patrón de los animales, con una emotiva “granja al aire libre” ante la Plaza de San Pedro del Vaticano. En esta tradición de más de 20 años organizada por la Asociación Italiana de Ganaderos (AIA), se exhibieron diversos animales como vacas, caballos, conejos y cabras, brindando una ocasión especial para que turistas y peregrinos admiraran a los ejemplares de las ganaderías italianas.
La exposición, que se realizó en un espacio frente a la Basílica de San Pedro, contó con establos que albergaban vacas “limousine” y “pezzetta rosa italiana”, junto con caballos, ocas y cabras. Estos animales llamaron la atención de los asistentes, quienes pudieron conocer más sobre las razas representativas de la ganadería italiana.
La celebración comenzó con una misa en el Vaticano y culminó con la bendición de los animales, presidida por el cardenal Mauro Gambetti. La ceremonia se llevó a cabo tras un desfile de las fuerzas de seguridad a caballo, acompañados por una banda de música que añadió un toque festivo al evento. La Plaza Pío XII, decorada con establos, globos y un escenario, se llenó de curiosos atraídos por la festividad.
Luigi Pasqualetti, ganadero de vacas y burros de raza amiatina, destacó la importancia de estas jornadas para sensibilizar a la gente sobre el trabajo del sector ganadero. “Es una oportunidad para explicar a la gente que tal vez no está cerca del campo, nuestro trabajo, nuestro sacrificio y nuestro compromiso para llevar adelante estos ganados”, afirmó.
Además de la celebración religiosa y festiva, los ganaderos aprovecharon el evento para lanzar mensajes reivindicativos sobre la importancia del sector, a menudo poco visibilizado. Roberto Nocentini, director general de la AIA, expresó la preocupación del sector por la falta de reconocimiento. “A menudo solo nos damos cuenta de los beneficios de este sector cuando falta. Cuando falta la comida, cuando ocurren emergencias o cuando desaparecen razas animales y productos porque ya no hay quien los cuide”, señaló Nocentini.
La jornada no solo fue un acto de devoción y tradición, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el papel crucial de la ganadería en la economía y el medio ambiente, y la necesidad de apoyar a este sector vital para la sociedad.