A pesar de las crecientes críticas tanto en Colombia como en Estados Unidos, los gobiernos de ambos países llegaron a un acuerdo sobre ajustes al Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente. Este acuerdo se formalizó en una reunión bilateral entre el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Luis Carlos Reyes Hernández, y la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, quienes firmaron la Decisión 9 de la Comisión de Libre Comercio.
El acuerdo se centra en una nota interpretativa que modifica algunos aspectos del capítulo de inversión del TLC, aclarando ciertos compromisos de protección de inversiones y las condiciones bajo las cuales los países podrán implementar nuevas regulaciones sin comprometer sus políticas públicas.
Detalles de la Nueva Nota Interpretativa
La nota interpretativa tiene como objetivo despejar ambigüedades que podrían llevar a malas interpretaciones en el marco del acuerdo. Específicamente, el documento aborda posibles abusos por parte de inversionistas que buscan sacar provecho de cláusulas ambiguas, lo que podría derivar en demandas frívolas.
Entre los puntos más importantes, la nueva nota reafirma el derecho de cada país a implementar nuevas regulaciones en áreas como la protección ambiental o el interés público sin temor a represalias legales de los inversionistas. Además, se deja claro que las inversiones que no se ajusten a las normativas internas del país receptor no estarán protegidas por el TLC, excluyendo expresamente a las inversiones ilícitas.
Reacciones y Oposiciones
La medida ha generado controversia en varios sectores, especialmente entre congresistas colombianos y empresarios. Más de 30 congresistas enviaron una carta al canciller de Colombia, Gilberto Murillo, y al ministro Luis Carlos Reyes, pidiendo que se suspendiera el proceso de revisión del TLC, ya que consideran que estos ajustes podrían tener consecuencias imprevistas para los sectores económicos del país.
Los congresistas destacan que el TLC con EE. UU., que ha estado en vigor durante más de 12 años, ha sido beneficioso para Colombia, proporcionándole reglas claras que han facilitado la diversificación de exportaciones y la atracción de inversiones. Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia, con una participación del 28% en las exportaciones colombianas. Las ventas hacia ese país crecieron un 7,6% entre enero y noviembre de 2024, alcanzando los US$13.106 millones.
Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (Amcham), expresó su preocupación sobre la posibilidad de que la nueva interpretación permita que se establezcan políticas medioambientales sin que los inversionistas puedan demandar al país. Los congresistas que firmaron la carta también han manifestado su inquietud sobre la falta de consultas con los empresarios e inversionistas, quienes podrían verse afectados por los cambios, tal como lo exige la legislación nacional y las sentencias de la Corte Constitucional de Colombia.
Implicaciones para el TLC y las Relaciones Bilaterales
El acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos ha abierto un nuevo capítulo en las relaciones comerciales entre ambos países. Mientras que la administración colombiana considera que la aclaración es vital para fortalecer la protección de inversiones y dar certeza a los inversionistas, varios sectores económicos y políticos en Colombia siguen preocupados por los posibles efectos a largo plazo sobre las políticas nacionales.
El gobierno de Colombia deberá manejar cuidadosamente las críticas internas mientras avanza en las negociaciones, especialmente en lo que respecta a las nuevas regulaciones ambientales y las posibles demandas internacionales derivadas de cualquier cambio en las políticas públicas.