Por: Yasher Bolívar Pérez
La Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) confirmó que el tenista australiano Max Purcell aceptó voluntariamente una suspensión provisional tras admitir una infracción al reglamento antidopaje. Según el comunicado, el jugador recibió una infusión intravenosa de vitaminas que superó el límite permitido de 100 mililitros, lo cual constituye una violación del artículo 2.2 del Programa Antidopaje del Tenis (TADP).
Purcell, quien recientemente ganó el US Open en dobles junto a Jordan Thompson, describió el incidente como “devastador” para su carrera. En su declaración pública, aseguró que desconocía que la clínica donde recibió el tratamiento excedió el límite permitido, a pesar de advertir que era un atleta profesional y debía cumplir con las normas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
La sanción, que comenzó el 12 de diciembre de 2024, prohíbe al tenista participar en competencias oficiales mientras se determina su caso. Aunque no se ha definido la duración de la suspensión, el tiempo cumplido será acreditado contra cualquier sanción futura.
Este episodio reabre el debate sobre la consistencia de las sanciones antidopaje en el tenis, especialmente tras el reciente caso del número uno mundial, Jannik Sinner, quien enfrentó consecuencias menores por un positivo de clostebol atribuido a una contaminación accidental. La disparidad ha generado críticas hacia la ITIA por la falta de uniformidad en sus decisiones.
Purcell ahora enfrenta un periodo incierto lejos de las pistas, mientras trabaja para esclarecer su situación y retomar su carrera.