A cinco se elevó en las últimas horas la cifra de muertos por el atropello colectivo en Magdeburgo, en el este de Alemania, que el canciller Olaf Sholz calificó de “acto demencial”.
Sholz precisó que Alemania debe estar unida ante lo ocurrido y no permitir que el odio empiece a imperar en la vida cotidiana del país.
“No hay lugar que represente tanto la paz como un mercadillo navideño. Que acto tan bárbaro y demencial es irrumpir en él para matar y herir a la gente”, dijo Scholz en una breve comparecencia en el lugar de los hechos al lado del primer ministro del estado federado de Sajonia-Anhalt, Reiner Hasseloff.
“En esos momentos tenemos que estar juntos, no podemos permitir que el odio impere en nuestra vida cotidiana”, agregó.
Tanto Scholz como Hasseloff señalaron que hay que hacerlo todo para investigar lo ocurrido y aplicar todo el peso de la ley. Asímismo ofrecieron ayuda a los afectados y a quienes participaron en las tareas de ayuda tras el atropello.
“Estoy muy agradecido con todos los que han ayudado y han evitado algo peor. Nos los dejaremos solos”, dijo Scholz.
Entre tanto la cifra de muertos ha subido a cinco y el número de herido se estima en 200, muchos de ellos graves.
El presunto responsable es un psiquiatra saudí de 50 años, identificado como Taleb A, y que en el pasado había adquirido cierta notoriedad como critico del Islam.
La vida del doctor Taleb A, como la muestran medios como la revista “Der Spiegel” o el diario “Frankfurter Rundchau”, pasa por el abandono de la fe musulmana, el activismo a favor de mujeres saudíes y desemboca en abiertas simpatías por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y en teorías sobre un presunto plan para islamizar Eurocopa, fraguado según él por la excanciller Angela Merkel.