Una familia se encuentra sumida en el dolor y la desolación. El asesinato de Jan Rocha Fuentes, un niño de 10 años, a manos de su expadrastro, Fabián Quintero Ramírez, ha dejado a su madre, Liney Fuentes Cabrera, destrozada.
La tragedia se desató en la mañana del martes en el barrio El Pradito de Malambo, cuando Fabián Quintero Ramírez llegó a la casa de su exsuegra buscando a Liney, a quien supuestamente iba a dispararle, pero ella no se encontraba en ese momento en el inmueble. En su lugar, encontró al niño, Jan Rocha, quien fue asesinado a balazos.
La madre del menor asesinado reveló que su expareja se había separado de ella porque se había vuelto cristiano y consideraba que ella no compartía sus creencias.
El calvario para la mujer comenzó desde el pasado 13 de octubre, pese a que él mismo había decidido terminar la relación sentimental, comenzó a sentirse amenazada cuando la vio en un cumpleaños en el barrio.
“Por mensajes de WhatsApp me decía que me iba a ‘picar’ y meter en una bolsa negra, y que no importaba si lo denunciaba porque no le tenía miedo a la Fiscalía y a la Policía”, narró Liney.
La situación se volvió cada vez más tensa hasta que finalmente, el miércoles, el indiciado, un pensionado del Ejército Nacional de Colombia asesinó a balazos al niño.
La abuela del niño asesinado, Leski Isabel Cabrera Mármol, de 59 años, resultó herida en el ataque y se encuentra internada en la Clínica Campbell de Barranquilla.