En ascenso continúa la ola delincuencial en la ciudad de Barranquilla, donde parece ya una costumbre de los antisociales, escudarse tras “manifestaciones” para escoger el sitio y hora para entrar a robar.
Cabe destacar que en el transcurso del día, las manifestaciones se dieron de manera pacífica, donde en algunos puntos los protestantes interactuaron con las autoridades de manera pedagógica, deportiva y amistosa sin desmanes ni robos.
Pero ya entrada la noche, los delincuentes con capuchas se dieron a la tarea de cometer sus ilícitos, bandalizando muchos negocios comerciales, donde saquearon y arrasaron con todo lo que a su paso veían.
Ni Barranquillita se escapó a estos delincuentes la noche del jueves, hasta donde llegaron y saquearon un camión que tenía una carga de pescados.
Otro de los saqueos a cadena de tiendas D1 se presentó en a avenida cordialidad con carrera 19 y posteriormente con quemas de llantas siguieron las quemas de llantas, palos, bloqueos de vías, daños a bienes ajenas,señales de tránsito entre otro en la calle Murillo.
El descontrol de noche fue total en la ciudad, donde parece incontrolable el vandalismo que llegó hasta el transporte público para atracar a los usuarios e irse como si nada pasara, riñas entre los mismos delincuentes peleándose el “botín”.
Otras cadenas de almacenes afectada por estos sujetos fue el Éxito de Metrocentro y Muebles Jamar, donde a pedradas y palos, intentaron entrar y robar de manera fallida, sin embargo, dejaron daños en sus fachadas y vitrinas rotas.
Difícil y extensa es la lista de locales comerciales afectados por estos sujetos que mantienen en vilo a los pequeños, medianos y grandes industriales, pues amenazan sus negocios en medio de una crisis financiera desatada desde inicios de pandemia, sin embargo, tratan de salir a flote y en esta oportunidad, la delincuencia busca acabar con lo poco que les queda y de paso aumentan la crisis tanto económica, laboral y de seguridad en la ciudad.
Otros desmanes se registraron en las supertiendas Olímpica en la prolongación de la calle Murillo y el local de Supergiros próximos a la estación Pedro Ramayá Beltrán del barrio Las Moras.
A pesar que el ESMAD pone el frente a esta crisis de seguridad en la ciudad, se hace necesario y urgente más pie de fuerza en la ciudad y evitar se den estos actos que solo afectan a la comunidad.
D.A.C