Hace más de un siglo, a manos de Celedonia Boyano Silvera comenzó a cocinarse en el corregimiento de Campeche en Baranoa, la tradicional almojábana campechana, sin imaginar que años más tarde, este delicioso legado gastronómico se convertiría en el sustento de varias generaciones.
Fue en la década de los 50 cuando sus hijas Ismet, Celedonia, Nancy y Elizabeth Escobar Boyano, vieron en este particular pero sabroso rosquete un negocio productivo que fácilmente podría integrarse a la mesa y ser apoyo para la economía de sus hogares.
Sin embargo, no fue hasta los años 90 que Celedonia Escobar, conocida como ‘Doña Cele’, quien con el apoyo de su esposo Roberto Ortega, le dio el toque comercial a aquella receta heredada por su madre, llevándola a casi que todos los rincones del departamento, para posteriormente darla a conocer en otros lugares del país.
Con el propósito de acentuar este legado familiar convertido en un manjar gastronómico, su hijo Jesús Ortega, nieto de Celedonia Boyano, puso en marcha en 2016 la Feria de la Almojábana, lo que hoy se ha convertido en un destino obligatorio para los amantes del maíz.
Sexta edición
Este 9, 10 y 11 de noviembre, el evento celebra su sexta edición en la plazoleta cultural de Campeche, donde un grupo de portadoras de este y otros manjares distribuidas en más de 20 stands, ofrecerán sus deliciosos productos a los 3 mil asistentes que se esperan este año.
La oferta incluye almojábanas, panecillos, kekys, arianas, pan de queso y tostys, además de la presencia de otros festivales como el de la Arepa de Huevo de Luruaco, el Pastel de Pital, el Guandú de Sibarco, por mencionar algunos.
“La Feria de la Almojábana está lista para abrirle sus puertas a todos esos comensales del Atlántico. No se la pueden perder porque se alinea con el cierre de los festivales que se desarrollan en el departamento durante todo el año”, contó a LA LIBERTAD su fundador, Jesús Ortega.
Igualmente destacó su relevancia en la economía de las matronas y las más de 70 familias que se ven beneficiadas directamente con este tradicional producto.
Los visitantes podrán disfrutar de toda la gastronomía a partir de las 10:00 de la mañana y las ventas irán hasta el día lunes 11 de noviembre a las 4:00 p.m. Cabe destacar que los artesanos de Usiacurí y Galapa también exhibirán sus creaciones.
“Con respecto a la almojábana, tendremos más de 20 mil unidades y los precios irán desde los 4 mil hasta los 8 mil pesos. La novedad de este año es la súper almojábana, que podrá ser disfrutada por más de tres personas porque tendrá un peso de más de 400g”, detalló Ortega.
El evento cerrará con broche de oro el día domingo con la presentación de más de 100 artistas en escena, entre grupos folclóricos y escuelas de arte, quienes ofrecerán a propios y visitantes un espectáculo cultural sin precedentes.
La festividad forma parte de la Ruta 23 de la Gobernación del Atlántico, una iniciativa de la primera gestora social Liliana Borrero y la secretaria de Cultura y Patrimonio, Verónica Cantillo, que busca poner en valor la riqueza cultural y gastronómica del Atlántico.
“La almojábana es uno de los productos insignia de la gastronomía de Campeche y esta feria es una oportunidad para que todos disfruten. Vamos a poner a Campeche en el mapa como un referente cultural y gastronómico”, aseguró la secretaria de Cultura.
Mujeres que mantienen vivo el legado
La feria otorgará reconocimientos especiales a las portadoras de esta tradición, honrando a matronas como Ibis Ortega y Claudia Ucrós, quienes han mantenido viva la receta original y han contribuido a su evolución.
Con más de 35 años dedicados a la elaboración de la tradicional almojábana campechana, Ibis, hija de Celedonia Escobar y Roberto Ortega, ha mantenido vivo el legado de su madre y abuela, enfrentando con valentía los desafíos de su vida.
Su historia de resiliencia ha sido fundamental para la activación económica del Atlántico en general, mostrando que el legado familiar más que una receta, es una fuente de orgullo y sustento para la comunidad.
Por su parte, Claudia Ucrós, hija de Nancy Escobar y Antonio Cruz, desde su adolescencia se interesó en preservar y difundir este legado, contribuyendo de manera significativa al fortalecimiento económico del corregimiento.
Esta sexta edición de la feria no solo invita a degustar la gastronomía de la región, sino que también es una oportunidad para que visitantes y locales valoren el trabajo artesanal y el legado cultural que encarna Campeche, reafirmando su papel como un punto de encuentro para la tradición y el desarrollo económico en el Atlántico.