Por: Yasher Bolívar Pérez
A solo días de las eliminatorias para el Mundial 2026, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, fue arrestado por presunta corrupción y malversación de fondos, sumando otra crisis a la institución, cuyo anterior presidente también enfrentó problemas legales. Lozano fue sacado de su domicilio por una fuerte escolta policial y se le acusa de desviar aproximadamente 8.3 millones de dólares en recursos de la FPF.
Durante su traslado, Lozano pidió “tranquilidad” a su familia y seguidores, expresando su esperanza de que se haga justicia. El caso también involucra a varios directivos y funcionarios del fútbol peruano, entre ellos Karen Mandriotti, presidenta del club Academia Cantolao; Sabrina Martin, secretaria de la FPF; y Joel Raffo, presidente de Sporting Cristal, quienes están siendo investigados por su presunta implicación en una red de malversación y gestión indebida de recursos.
La detención de Lozano profundiza el escándalo en la Federación Peruana de Fútbol, que ya había visto a su exdirigente detenido por corrupción, poniendo en duda la gestión y la transparencia en el organismo rector del fútbol peruano. Las próximas jornadas de eliminatorias se llevarán a cabo en medio de esta turbulencia institucional, lo que podría impactar en el rendimiento y la moral de la selección peruana.