El representante demócrata Gregory Meeks, que preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, expresó su preocupación por la situación en Colombia y “la brutal respuesta de la Policía Nacional y el ESMAD a las protestas en el país”.
A través de su cuenta de Twitter, Meeks dijo estar “particularmente alarmado por los acontecimientos en Cali y pido al presidente Iván Duque disminuir la violencia y dejar claro que el uso excesivo de la fuerza es imperdonable”.
Pero además, dijo que es necesario e “imperativo que la Ley Leahy de Estados Unidos se aplique plenamente, ya que dejamos claro que Estados Unidos no apoyará a las fuerzas de seguridad involucradas en graves violaciones de derechos humanos”.
La ley Leahy, una ley promovida en los años 90 por el senador demócrata Patrick Leahy, indica que Estados Unidos no debe proporcionar asistencia militar extranjera si hay información creíble de que hay violaciones graves de los derechos humanos.
Apoyando ese llamado de la Comisión de Asuntos exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) ha dicho que “hasta que haya garantías más claras de derechos humanos, Estados Unidos debe suspender todas las ventas de equipos, capacitación y servicios de control de multitudes a la ESMAD de Colombia”.
Más temprano, desde Ginebra, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos denunció también que los cuerpos de seguridad colombianos han ejercido un “excesivo uso de la fuerza” durante la ola de protestas que vive el país y pidió calma de cara a la convocatoria de manifestaciones para el próximo 5 de mayo.
A la par con la ONU, la Unión Europea (UE) condenó la violencia de las fuerzas de seguridad de Colombia contra los manifestantes que protestan por la ya retirada reforma tributaria del Gobierno y pidió que se lleve ante la justicia a los responsables de la represión.