Por: Yasher Bolívar Pérez
Carlos Alcaraz ha vuelto a demostrar por qué es uno de los jugadores más determinantes del circuito al vencer a Jannik Sinner en la final del torneo de Pekín. Tras una intensa batalla de 3 horas y 21 minutos, el murciano se impuso por 6-7(6), 6-4 y 7-6(3), confirmando su estatus de leyenda en ascenso y arrebatando el título al italiano.
Con este triunfo, Alcaraz se convierte en el primer jugador en ganar torneos de categoría 500 en tres superficies distintas, habiendo triunfado en tierra batida (Río y Barcelona), hierba (Queen’s) y ahora en pista dura. Además, sumó su novena victoria consecutiva, reforzando su dominio en esta parte de la temporada y dejando claro que su raqueta tiene la última palabra si está en forma.
El partido no solo fue una exhibición de talento, sino también de resiliencia. Sinner, número uno en el ranking, ganó el primer set tras una ajustada muerte súbita y mantuvo el pulso psicológico del duelo. Sin embargo, Alcaraz, con su habitual garra y precisión, remontó en el segundo set y llevó la final a un emocionante desenlace, donde volvió a brillar en el tiebreak decisivo. Esta victoria coloca a Alcaraz en una posición privilegiada de cara a los grandes torneos que quedan por disputar.