La firma, que también realizaron representantes del gobierno de Bolívar, La Guajira y Magdalena, contempla acciones coordinadas entre distintos sectores de la sociedad que trabajan en la reducción de la inseguridad alimentaria.
En el marco de la celebración de los 35 años de la Gran Central de Abastos del Caribe, la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura en Colombia (FAO), y la Gobernación del Atlántico bajo su estrategia institucional ‘Misión Atlántico’ firmaron un gran acuerdo contra el hambre con el ánimo de promover acciones que contribuyan a la garantía del derecho humano a la alimentación y por ende, a la reducción de índices de seguridad alimentaria en el departamento.
Rachid Nader, delegado por el gobernador del Atlántico, explicó que la administración departamental trazó en su Plan de Desarrollo, un capítulo especial denominado ‘Misión Atlántico’, una estrategia que articula al sector público, privado y cooperantes, que a través de sus programas y proyectos, coadyuven al objetivo de reducir el hambre en el departamento favoreciendo el acceso, disponibilidad, distribución y calidad de alimentos para todo el territorio.
“En el marco de esta estrategia hemos determinado una serie de acciones con miras a garantizar la seguridad alimentaria en el departamento: Hace parte de esto, una inversión en infraestructura logística que contempla tanto vías como mercados campesinos que permitan acercar al productor del consumidor final; en segundo lugar, el suministro de alimentación escolar universal para todas las escuelas del departamento que permitan a nuestros niños tengan el suministro alimentario necesario que complemente su proceso educativo, y en tercer lugar, lo que corresponde con establecer sinergias entre el sector público y el sector privado a partir de la asistencia agropecuaria o extensión agropecuaria en la que se forma el campesino en técnicas agrícolas modernas”, acotó Nader.
Agustín Zimmerman, representante de la FAO en Colombia, manifestó que a partir de la alianza se conciben líneas de trabajo concretas como la articulación entre la producción de la agricultura familiar y los centros de consumo de alimentos. “La FAO tiene una competencia técnica y digamos la capacidad para poder impulsar con un modelo de integración de abastecimientos de alimentos que pone en marcha estos circuitos cortos de agricultura familiar, lo que dinamiza la economía local”, manifestó el representante.
En este gran acuerdo contra el hambre, se promueve la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios adoptando prácticas que fomenten la sostenibilidad ambiental, social y económica en las cadenas de valor, además, el fortalecimiento de los sistemas públicos de abastecimiento para garantizar un acceso equitativo a los alimentos, en especial, la inclusión de la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria.
La gerente de Granabastos, Esther Fabiola Elías, manifestó la importancia de la intervención de organismos internacionales como la FAO en esta tarea. “Al contribuir a ese derecho de la alimentación a través de la alianza con la FAO nos hacemos un compromiso por esta lucha y eso implica un plan de trabajo concertado, implica cómo podemos nosotros mejorar los sistemas que permitan llegar más el abastecimiento en cada uno de estos departamentos que están firmando el gran pacto por territorios más sostenibles y sin hambre”, concluyó.