Hay indignación por el atentado perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 17 de septiembre en un batallón de Puerto Jordán, Arauca, que dejó un saldo de al menos 27 soldados heridos, de los cuales seis tienen afectaciones de gravedad.
Además, el ataque terrorista puso en riesgo a cientos de menores de edad que se encontraban en una escuela cercana, según detalló el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
“Condeno enérgicamente el ataque a la base militar de Puerto Jordán, Arauca, al parecer cometido por el ELN, en el que al menos 15 uniformados resultaron heridos, seis de ellos de gravedad. Estos actos inadmisibles también pusieron en peligro a niños de un colegio cercano. El Estado debe garantizar la transformación territorial para que la violencia no siga marcando el destino de estas regiones”, indicó el funcionario en su cuenta de X, minutos después del ataque.
El Ejército Nacional de Colombia denunció ante la opinión pública estos hechos, informando que el ataque se perpetró con artefactos explosivos improvisados que cayeron a tan solo 900 metros de la escuela en cuestión. Allí, había más de 300 niños y niñas estudiando. En consecuencia, aseguró que el grupo armado, con el que se adelantan conversaciones de paz –que actualmente están estancadas–, violó los derechos humanos y cometió una infracción al derecho internacional humanitario (DIH).