Los residentes han reportado tres manifestaciones en áreas clave: avenilla Murillo con carrera 21, barrio La Paz y barrio Villa Tarel, debido a la falta de fluido eléctrico y la lentitud en las reparaciones.
Según el presidente del sindicato de trabajadores, Eduardo Remolina, la crisis económica que atraviesa la empresa desde hace meses ha reducido significativamente la disponibilidad de repuestos esenciales como fusibles, transformadores y cables. Esta falta de suministros ha impedido que las cuadrillas, que son los equipos encargados de las reparaciones, realicen su trabajo de manera eficiente.
“De ocho cuadrillas que deberían estar disponibles en el sector de Barranquilla norte, solo hay cuatro. La situación es similar en el sector sur. No contamos con los materiales necesarios para las reparaciones ni para los mantenimientos preventivos que evitarían emergencias. No hay cables, conectores, y si se daña un transformador, no hay recursos para reemplazarlo”, explicó Remolina.
Además, la alta deuda de la compañía con los contratistas ha limitado aún más la disponibilidad de personal. El sindicato señala que la empresa enfrenta dificultades para saldar las deudas, lo que ha afectado la operatividad de las cuadrillas.
En cuanto a los salarios, Remolina aclaró que el dinero estaba disponible en una fiducia que dejaron los administradores anteriores de Air-e. Sin embargo, se requieren nuevas autorizaciones del agente interventor, Carlos Diago, para acceder a estos fondos y resolver la situación.
La comunidad continúa enfrentando inconvenientes significativos mientras las autoridades trabajan para estabilizar el servicio y abordar las preocupaciones expresadas por los ciudadanos. La intervención en Air-e busca resolver las deficiencias en el servicio, pero la situación actual resalta los desafíos urgentes que enfrenta la empresa para restaurar la normalidad en el suministro eléctrico.