Las obras del nuevo Hospital San Camilo, ubicado en el barrio La Paz, avanzan a buen ritmo y se espera que esté listo para su inauguración en diciembre.
Esta unidad ambulatoria de primer nivel de complejidad se destacará por su enfoque especializado en la salud mental, con particular atención a niños y jóvenes que enfrentan problemas de alcoholismo y drogadicción.
El alcalde Alejandro Char, en una reciente publicación en su cuenta de X, destacó el impacto positivo que el hospital tendrá en la comunidad. “El suroccidente de Barranquilla estrenará en diciembre un hospital especializado en salud mental. Este nuevo punto de atención beneficiará a más de 40,000 usuarios de 11 barrios de la ciudad“, informó Char.
El nuevo centro médico no solo ofrecerá consultas odontológicas y servicios de salud mental, sino también espacios comunitarios para actividades culturales y educativas. “Estoy muy contento con el avance de la construcción. Este hospital en el corazón del suroccidente de Barranquilla no solo ofrecerá atención médica, sino que también contará con talleres de pintura, arte, música e informática. Será un lugar fundamental para la prevención de problemas de alcoholismo y drogadicción en nuestros jóvenes“, añadió el alcalde.
El Hospital San Camilo se construye sobre un área de 1,344 metros cuadrados y operará con un horario de atención de 8 horas diarias. Este proyecto forma parte de la modernización de la red pública de consulta externa en Barranquilla, y su inauguración representa un avance significativo en la provisión de servicios de salud en la región.
Char subrayó la importancia de este nuevo hospital para la comunidad local: “Este es un espacio que el suroccidente estaba esperando. Son 11 barrios los que se beneficiarán, y estoy satisfecho con el progreso de las obras. La salud está llegando a las esquinas de Barranquilla, y es un recurso valioso para toda la comunidad”.
Con la inclusión de servicios especializados y espacios dedicados a actividades recreativas y educativas, el Hospital San Camilo está preparado para convertirse en un recurso vital para los habitantes de Barranquilla a finales de este año.