A17 de prisión fue condenado el agente del ESMAD Néstor Rodríguez Rúa, quien habría disparado un proyectil de truflay -arma de gas lacrimógeno- al joven Nicolás Neira, quien para ese entonces contaba con 15 años, en hechos que se presentaron en una marcha del Día del Trabajo del 2005.
La jueza 18 penal de conocimiento de Bogotá sentenció a Rúa por abusar de sus funciones como policía, en un expediente de reúne encubrimientos oficiales y el exilio del padre de la víctima, Yuri Neira.
“Nosotros acompañamos el contenido de la sentencia, pero en la situación que no estamos de acuerdo es la pena impuesta, porque la pena de homicidio está entre 17 años y 37 años. La juez se quedó en el cuarto mínimo que se le podía imponer, porque según ella no existen agravantes que concurran en el delito. No estamos de acuerdo que se haya mantenido en el mínimo del cuarto”, explicó la abogada de Yuri Neira, Alejandra Garzón, al diario El Espectador.
La defensa de Neira interpuso una apelación para que la jueza pueda incrementar la condena de Rodríguez Rúa. Al mismo tiempo el abogado del agente, Jaime Eduardo Díaz, interpuso un recurso igual para que la pena sea rebajada.
En todo caso, otro juez será quien, en segunda instancia, revise las apelaciones de ambas partes y decida.
El joven habría recibido un impacto que le generó una fractura de 26 cm desde la nuca hasta la sien. Sin embargo, los policías sostuvieron durante varios días que el joven de 15 años se había tropezado en pleno centro de Bogotá.
Por su parte Julio César Torrijos Devia, quien era subalterno de Infante, reveló que Rodríguez Rúa le había disparado en la cabeza, lo cual tiene contra las cuerdas al mayor en retiro Fabián Mauricio Infante, hallado responsable por encubrimiento el pasado 26 de marzo.
“Encubrí los hechos que se presentaron al decidir cumplir la orden de mi mayor Infante, de no haber dicho las cosas ante las autoridades disciplinarias y penales (…) me dijo que dejara eso así”, dijo Torrijos, el 23 de febrero de 2017.