El expresidente estadounidense Donald Trump cree que está vivo de milagro tras el atentado sufrido en un mitín el sábado 13 de julio y agregó que “debería estar muerto”, en su primera entrevista tras el ataque con el diario The New York Post.
“El médico del hospital dijo que nunca había visto algo así, lo llamó un milagro”, explicó el expresidente, con parte de su cabeza aún vendada por las heridas recibidas tras el atentado y en declaraciones exclusivas al diario neoyorquino.
Un Donald Trump que se mostraba “agradecido y a veces desafiante”, según el rotativo, dijo que “se supone que debería estar muerto”, al recordar el momento en el que su atacante le disparó en el mitin de la campaña republicana.
El expresidente compartió la “experiencia surrealista” que casi acaba con su vida durante una entrevista a bordo de su avión privado camino a Milwaukee, donde este lunes se inicia la Convención Nacional Republicana que le confirmará como candidato presidencial.
“Se supone que no debería estar aquí, se supone que debería estar muerto”, insistió Trump al periodista del Post.
Trump se encontraba dando un mitin en Butler (Pensilvania) el sábado cuando fue alcanzado por una bala en la oreja derecha. Una persona murió, dos resultaron heridas y el agresor, que disparó desde fuera del recinto, fue abatido por la policía.
El FBI confirmó que el autor del atentado, Thomas Crooks, de 20 años, actuó solo y disparó al exmandatario desde la azotea de un tejado y usando un fusil AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre.
Crooks, que fue abatido por agentes del Servicio Secreto solo segundos después de abrir fuego contra Trump, estaba registrado como votante del Partido Republicano.
Durante la entrevista, el aspirante republicano añadió que, mientras los agentes del Servicio Secreto le conducían fuera del escenario donde fue atacado, él aún quería seguir hablando a sus seguidores, pero los agentes le dijeron que no era seguro y que tenían que llevarle a un hospital.