El Tribunal Constitucional español avaló que las jóvenes de 16 y 17 años pueden interrumpir voluntariamente el embarazo sin consentimiento paterno y estableció los hospitales públicos como centros de referencia para esta práctica.
El tribunal tomó la decisión en respaldo a la reforma parlamentaria de la ley del aborto que reintrodujo esa posibilidad en 2023, como propuesta del ejecutivo del socialista Pedro Sánchez.
En España, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años y esta es una cuestión polémica que se había suprimido en 2015, cuando gobernaba la derecha. Sin embargo, el debate de nuevo estuvo sobre la mesa varios años y la corte rechazó así el recurso del partido parlamentario Vox (extrema derecha), con los siete votos a favor de la mayoría progresista de los magistrados frente a los cuatro de la minoría conservadora.
Este es el mismo resultado con que el TC ya avaló la ley de plazos vigente aprobada por el Parlamento en 2010, cuando gobernaban los socialistas, que permitiá abortar libremente en las primeras 14 semanas de gestación.
Vox se oponía a la decisión y argumentaba en su recurso que “la norma podría vulnerar diversos preceptos constitucionales como los principios de libertad, pluralidad y legalidad”.