Frente a la polémica que ha generado entre varios sectores el proyecto de ley estatutaria de Educación, el cual está a un paso de ser una realidad, la congresista del Pacto Histórico María José Pizarro propuso adelantar una reunión entre todas las bancadas del Congreso.
De acuerdo con la parlamentaria, la idea es permitir un espacio en el que se vuelva a construir un consenso, esto luego de que se generara una ola críticas.
“De cara al último debate de la ley estatutaria en el Senado de la República, teniendo en cuenta el diálogo, las observaciones y las reflexiones que han presentado distintas organizaciones del movimiento estudiantil y profesoral de nuestro país, por supuesto lo que corresponde en este momento es generar un espacio de diálogo con las bancadas”, explicó.
La legisladora, aseguró que se debe lograr discutir “algunos aspectos que ellos tengan como relevantes y que nos permitan sacar adelante la ley estatutaria de educación con el mayor consenso posible”, anotó.
Cabe mencionar, que una de las críticas más fuertes al proyecto la ha hecho la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación Fecode, para la cual la iniciativa promueve la mercantilización, la privatización y da viabilidad a la corrupción.
Según lo explicaron, el proyecto conciliado por las diferentes bancadas en la Comisión Primera Constitucional Permanente del Senado de la República, el pasado 5 de junio del año en curso, no corresponde con los acuerdos suscritos entre el Gobierno Nacional y Fecode.
Entre los puntos que rechazaron se encuentran los siguientes:
1. Incorpora un enfoque mixto de la educación, aperturandola a las lógicas del mercado, habilitando claramente la privatización y mercantilización de la misma bajo el pretexto del mejoramiento de la calidad y la falacia de la participación, que plasma el interés de imponer la simbiosis entre el recurso público y el sector privado.
2. Golpean los fines y objetivos de la educación, reafirman el enfoque basado en competencias, negando la posibilidad de abrir la discusión de una reforma curricular necesaria, debilitando el carácter y la función social que tiene la educación.
3. Restringe el acceso a la educación superior de las amplias poblaciones con más dificultades, al imponer como criterio la meritocracia.
4. Sin la suficiente sustentación ni debate con la comunidad educativa y académica, crea el nivel educativo terciario.
5. Incluye el mandato de los organismos multilaterales de subordinar la evaluación docente a resultados que no dependen exclusivamente de la práctica pedagógica, sino de múltiples factores asociados a la educación que le corresponde garantizar al Estado, generalizándola y profundizando su interés perverso y punitivo, desconociendo su carácter pedagógico transformador y constructivo.
6. Niega el carácter obligatorio de los grados de transición, jardín y pre-jardín en las instituciones educativas públicas bajo administración del Estado, con planta docente titulada y vinculada por concurso, como debe corresponder a todas las áreas, niveles y modalidades educativas.