Lo que empezó como una colecta de dos profesoras para que sus alumnos no tuvieran que estudiar en piso de tierra o que sus trabajos no los mojara la lluvia, terminó en un moderno salón de clase, donde estas maestras hoy se sienten orgullosas y felices.
La sede educativa Centro Docente Rural Mixto El Guabito, ubicada en el municipio de Caloto (Cauca), inauguró esta obra y nos contaron cómo lograron estas maestras hacer realidad su sueño.
La profesora Magda Ligia Pavo llegó desplazada de Toribio en 2009 cuando explotó la famosa chiva bomba y “cuando sacaba a mi hijo al parque y las balas retumbaban en nuestros oídos”. Viajó con toda su familia y después de trabajar en diferentes lugares, incluida la cárcel de Jamundí, consiguió que la nombraran maestra en Centro Docente Rural Mixto El Guabito, en el resguardo indígena de “López Adentro”, entre los municipios de Caloto y Corinto, departamento de Cauca. Benilda Trochez, en cambio, es de la zona, “nasa yube hablante”, como se dice a quienes son del resguardo y hablan su idioma.
Las dos maestras se enfrentaron a un problema el año pasado: el número de alumnos se incrementó y tuvieron que improvisar un salón de clases para los niños y niñas de primero, con unas tejas de zinc, vigas de guadua, paredes de polisombra y pisos de gravilla. Pero con la solución surgieron nuevos inconvenientes: el calor era insoportable, el piso de tierra hacia compleja la respiración y en las temporadas de lluvia, el agua se colaba y dañaba los trabajos de sus alumnos.
Magda y Benilda pensaron que se debía construir un salón de clase e hicieron lo que hacemos los colombianos, “pasar el sombrero y hacer una colecta”. Sin embargo, las condiciones económicas de la zona no permitían encontrar donantes. Eso cambió cuando tocaron a la puerta de la Fundación Ayuda en Acción en noviembre del año pasado. Esta Fundación tiene presencia en la región desde el 2017 desarrollando actividades pedagógicas y culturales orientadas al mejoramiento de la calidad de la educación, la resolución pacífica de conflictos, la formación en derechos y la construcción de paz en seis instituciones educativas del norte del Cauca, beneficiando de manera directa a 435 niños/as y a más de 2.100 de manera indirecta.
La construcción del salón no estaba en sus proyectos del año, pero no podían dejar a las profesoras solas con esta tarea. Así que de inmediato el equipo de Ayuda en Acción puso en marcha una campaña de recaudación de donaciones a través de sus redes sociales, que se llamó: “CAMBIAR UN AULA DE TIERRA, POR UN AULA DE OPORTUNIDADES”, con el propósito de recaudar los $50.000.000que se necesitaban. Al llamado respondieron 150 colombianos y los donantes habituales de la Fundación. Igualmente Ayuda en Acción invitó al actor Variel Sánchez a visitar la escuela y conocer la historia. A partir de ese viaje, Variel se convirtió en gran amigo de esta causa y un impulsador para lograr el objetivo. Recogidos los fondos, se necesitó un arquitecto que donara los planos, entonces uno de los candidatos a la Alcaldía, que hoy ya es alcalde, levantó la mano y también hizo su aporte.
En Cauca hay 8.500 aulas en zonas rurales de las cuales el 50 % tiene más de 40 años de construcción. En el departamento hay 56.460 niños, niñas y jóvenes entre los 5 y 16 años, que no se encuentran matriculados en ninguna institución educativa, dadas las diferentes situaciones que afectan al territorio como el conflicto armado, el desplazamiento, reclutamiento de menores y trabajo infantil. 866 niños, niñas y adolescentes están en el municipio de Caloto.
Por esto, la construcción de esta aula representa mucho para esta comunidad. De ahí que la profesora Magda no deja de repetir “siento ganas de llorar al ver el salón terminado; el día de la inauguración sentía que se me iba a salir el corazón porque nosotras lo hicimos para que los estudiantes tengan un espacio digno donde estudiar”.
TODOS PONEN
Este es un claro ejemplo de cómo se puede dar solución a los problemas de las comunidades activando la ayuda de todos: las profesoras quienes iniciaron la colecta y expusieron el problema; la ONG Ayuda en Acción que activó la campaña y se encargó de la obra y la sociedad civil representada en Variel Sánchez y los 150 colombianos que donaron. “Esta ayuda de todos nos permite entregar a los y las estudiantes de cinco veredas -Vista Hermosa, El Guabito, López Adentro, El Porvenir y Pílamo- el AULA DE INNOVACIÓN PEDAGÓGICA EL GUABITO, un salón de 56 metros cuadrados, pisos cerámicos antideslizantes de alto tráfico e iluminación led para garantizar el ahorro energético y bajas emisiones de calor. Con un diseño en forma hexagonal que responde a las formas de reunión de los pueblos indígenas del norte del Cauca”, explica María Isabel Cerón de Souza, directora de Ayuda de Acción.
El trabajo de Ayuda en Acción en Caloto y Guachené inicia en 2017 con el objetivo de dinamizar la economía local, mejorar las condiciones de vida, promover la adaptación al cambio climático, la incidencia en políticas locales y los derechos de la mujer. En la actualidad, Ayuda en Acción se encuentra desarrollando en el territorio el proyecto Cacao para la paz en el Suroccidente Colombiano: fortalecimiento de la cadena de valor del cacao en Cauca, Nariño y Valle con el cual se pretende contribuir al desarrollo rural integral y sostenible, integrando a asociaciones de productores en la cadena de valor del cacao.