José Raúl Mulino prometió, durante su acto de proclamación como presidente electo de Panamá, repatriaciones para los migrantes que atraviesen el Darién, la selva fronteriza con Colombia, con ayuda internacional y “respetando” los derechos humanos.
“Panamá y nuestro Darién no es una ruta de tránsito. No señor, esa es nuestra frontera. El concepto de cierre que he esbozado implica un concepto filosófico que guarda relación con cerrar la frontera en función de que iniciaremos con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos”, dijo Mulino en su discurso.
“Para que sepan los de allá y los que quisieran venir que aquí el que llega se va a devolver a su país de origen”, agregó.
La Junta Nacional de Escrutinio oficializó a Mulino como nuevo mandatario para el período 2024 – 2029 y le entregó las credenciales durante un acto en Ciudad de Panamá. Sin embargo, el próximo 1 de julio comienza oficialmente el nuevo Gobierno, tras un proceso escalonado de transición que iniciará el 3 de junio.
Panamá se ha convertido en el epicentro de una inédita crisis migratoria. En lo que va del año ya han pasado por el Darién más de 130.000 personas, la mayoría venezolanos, en su camino hacia Norteamérica, un número que podría superar la histórica cifra de 520.000 migrantes en 2023.
“No solo terminamos un ciclo en la vida democrática de nuestro país, sino que ese ciclo lo terminamos pacíficamente. Atrás queda todo en lo que a mí respecta, todo lo que pasó en esta elección que fue inédita. Inéditos esos hechos y circunstancias”, declaró Mulino.