El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), uno de los políticos más influyentes de este siglo en el país, será llevado a juicio penal por presunta manipulación de testigos en un caso que investiga su participación en grupos paramilitares.
“A partir de la evidencia (…) un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia radicó escrito de acusación contra el exsenador Álvaro Uribe Vélez como presunto determinador de los delitos de soborno a testigos y fraude procesal”, indicó la Fiscalía en un comunicado sin precisar cuándo se iniciará el juicio, el primero que tiene que enfrentar un exmandatario.
Uribe, de 71 años y quien siempre ha defendido su inocencia, se expone a una pena de hasta ocho años de cárcel por un proceso que él mismo inició y que se ha convertido en bumerán judicial.
Todo empezó en 2012, cuando el entonces senador presentó una denuncia contra el congresista Iván Cepeda, al que acusó de un supuesto complot urdido con testigos falsos para vincularlo a él y su hermano Santiago Uribe con grupos paramilitares de ultraderecha, responsables de atroces violaciones de derechos humanos en su guerra clandestina contra las guerrillas.
Pero la Corte Suprema no solo se abstuvo de enjuiciar a Cepeda, sino que comenzó a investigar al expresidente en 2018. El tribunal sospechó que fue Uribe quien en realidad trató de manipular testigos y no su opositor.
Cepeda recibió el llamado a juicio con “satisfacción”, según dijo a la televisora estatal RTVC. “Es más de una década, prácticamente 12 años, de estar luchando frente a los tribunales (…) luego de tantos intentos por cerrar este caso, pues al final aparece la voz de la justicia”, declaró el senador izquierdista.
Uribe, muy popular por la política de mano dura con la que su gobierno debilitó las guerrillas, no ha reaccionado a su llamado a juicio, una decisión que había anticipado desde octubre de 2023. En ese entonces acusó “vicios” en el proceso en su contra.