Según un estudio realizado por Fedesarrollo, en los próximos 10 o 20 años, cerca del 58 % de los empleos en el país podrían ser reemplazados por tecnología. Esta investigación sugiere que las tareas rutinarias serán las primeras en ser automatizadas, lo que afectaría principalmente a trabajadores formales de empresas formales. Además, existe la preocupación de que la automatización pueda aumentar los niveles de informalidad laboral, ya que los trabajadores desplazados hacia la informalidad no tendrían muchas opciones. Estos hallazgos plantean importantes desafíos y oportunidades para el futuro del trabajo en Colombia.
Los investigadores creen que lo primero que se va a reemplazar son las tareas de rutina, que representan más o menos una cuarta parte del tiempo que trabajamos. En general, la automatización ocurriría más rápidamente para trabajadores formales de firmas formales que para trabajadores informales de firmas informales cuyo trabajo tiene pocas de esas tareas de rutina.
Además, la automatización puede aumentar los niveles de informalidad en el país, ya que algunos trabajadores formales van a ser desplazados hacia la informalidad y los que ya son informales no tienen a dónde ir.
Los jóvenes son el grupo de población que puede ser reemplazado más fácilmente por la automatización. Entre los jóvenes las tareas de los hombres son automatizadas más fácilmente, pero a medida que las mujeres envejecen son ellas las que están en mayor riesgo de ser reemplazadas.
El sector con mayores riesgos de automatización es el de restaurantes, hoteles y comercio, con el 18 % de los empleos totales, le siguen los trabajadores agrícolas y finalmente el empleo administrativo e intermedio.
Los investigadores concluyeron que las profesiones menos susceptibles a la automatización son aquellas que requieren un alto nivel de creatividad, inteligencia social y habilidades de manipulación física, dado que son difíciles de automatizar con la tecnología actual. Entre estas se incluyen psicólogos, artistas, trabajadores sociales, enfermeras, terapeutas ocupacionales y trabajadores de la construcción. Por otro lado, las profesiones más propensas a la automatización son aquellas que implican principalmente tareas manuales repetitivas, tales como empleos en la industria manufacturera, la limpieza, la agricultura, los servicios de comida rápida, el telemarketing, así como asistentes administrativos, contables y trabajadores de seguros.