El número 24 lucirá en la espalda de la camisilla que llevará puesta el puertorriqueño Jonathan Rodríguez, pero esta vez como parte de los refuerzos de la plantilla que defenderá los colores de Titanes de Barranquilla en la Liga de Baloncesto Profesional de Colombia (LBP) que se iniciará el próximo 14 de octubre en el maderamen del coliseo Evangelista Mora de la ciudad de Santiago de Cali, única sede del torneo como alternativa de bioseguridad ante la pandemia de la Covid-19.
La franquicia barranquillera, que ostenta el bicampeonato tras su debut en 2018, le da la bienvenida a Rodríguez, quien utiliza ese número en su uniforme como homenaje a su ídolo, el desaparecido basquetbolista estadounidense, Kobe Bryant.
El escolta – alero de 32 años, nacido en el municipio de Bayamón (PR), llega al quinteto barranquillero tras haber sido pieza fundamental en el campeonato obtenido en 2019 por Santeros de Aguada en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) de la isla del encanto, donde ha militado los últimos 4 años.
Desde Miami, en Estados Unidos, donde reside, manifestó sentirse muy contento y agradecido con la vida por volver a la actividad deportiva en el club barranquillero tras haber tenido que parar por la llegada de la pandemia de la Covid-19.
“Me siento feliz porque llego a un equipo que ya tiene trayectoria, que ha sido campeón dos veces en un país por el que siento gran cariño y estoy seguro de que daré lo mejor de mí”, destacó Rodríguez.
El basquetbolista ya sabe lo que es jugar en Colombia y ser ovacionado en los coliseos del país, pues en 2016 hizo parte de Academia de la Montaña, donde sus impresionantes números contribuyeron al título obtenido ese año por el quinteto paisa. Igual que en la actualidad, en aquel entonces, Rodríguez venía de haber sido campeón en 2015 con el Club Cultural Deportivo Gregorio Urbano Gilbert (GUG) del Baloncesto Superior Nacional de Santiago en República Dominicana, donde también se alzó con el máximo trofeo en 2011 con Leones de Santo Domingo, en la Liga Nacional de Baloncesto, en ese país al que lo une su lado materno.
Ahora está seguro de que viene a aportar a Titanes de Barranquilla su versatilidad como jugador, así como su buen tiro y liderazgo.
“Ataco bien el canasto y soy buen rebotero para mi posición. Vengo comprometido, no solo para
dar lo mejor en esta versión de la liga que es especial por lo que estamos viviendo, sino con un
proyecto grande como lo es Titanes de Barranquilla. En Academia (de la Montaña), jugué con
Gianluca Bacci”, anotó el deportista.
Su primer equipo, siendo un adolescente en Puerto Rico, fue Vaqueros de Bayamón donde ganó varios títulos, pero al cumplir los 16 años se marchó a Estados Unidos a la Escuela Calusa, en Miami, Florida. De ahí pasó a la Campbell University, de Carolina del Norte, donde comenzó a forjar el nombre que hoy tiene.
Rodríguez, quien está casado con una colombiana, con la que tiene dos hijas, jugó también en Cangrejeros de Santurce del Baloncesto Superior Nacional (BSN), y Soles de Santo Domingo (RD).
“Estuve en México en 2017
, 2018 y 2019, en Libertadores de Querétaro; en 2018 estuve en
Mineros de Zacatecas y en la Liga top argentina en El Club Social y
Deportivo Comunicaciones”, agregó Rodríguez, quien deberá estar en Barranquilla a mediados
de septiembre.
Titanes de Barranquilla trabaja en el cierre de otros refuerzos antes de enfrentar la Liga de
Baloncesto Profesional de Colombia (LBP) y pensando en la realización de la Champions League de
las Américas, torneo internacional que, aunque todavía no define fecha de inicio ni sede, ya tienen
confirmada su participación tras tener un cupo por ser el actual campeón del país.
Espera más noticias y anuncios de Titanes de Barranquilla muy pronto.
Sobre Titanes de Barranquilla
Titanes de Barranquilla, es el equipo profesional de baloncesto con el que la capital del Atlántico reapareció en 2018, luego de 15 años, sin hacer parte de la Liga Profesional de Baloncesto de Colombia (LPB). Es el actual campeón de la LPB tras haber obtenido el mismo triunfo en 2019 y representó a Colombia en la pasada Liga de las Américas, en Sao Paulo, Brasil, ese mismo año.