Los resultados de las elecciones territoriales tomaron por sorpresa a algunos dirigentes políticos de Barranquilla y el Atlántico.
Varios concejales de Barranquilla que estaban seguros de su reelección, terminaron “ahogándose” desde los primeros boletines de la Registraduría.
Y es que la proliferación de listas a raíz de la aparición de muchos partidos, terminó dividiendo la votación.
Algunos señalaron que, contrario a debates anteriores, en este aumentaron los costos de logística, transporte, publicidad, meriendas, almuerzos para voluntarios, testigos electorales y funcionarios de la campaña, lo cual encareció el debate de manera alarmante.
“Jamás en mi vida he comprado un solo voto, pero garantizar que el elector acuda a las urnas y marque los tarjetones de manera correcta, tiene un costo de pedagogía, publicidad, transporte, así como el sostenimiento de una sede, pago de nómina, avanzada, combustible, servicios públicos, apoyo jurídico durante la jornada electoral y la etapa de escrutinios, lo cual significan costos muy altos, sin comprar un solo voto o cometer alguna irregularidad”, señala un concejal consultado por el Run Run Político.
Otro dato no menor es la abstención, que para este debate superó el 40%, casi 5 puntos porcentuales más que para Alcaldía de Barranquilla y la suma de votos nulos y tarjetones no marcados, que llegó a 94.692.
Elegirse como concejal de Barranquilla se convirtió en una tarea llena de retos y complejidad, en la que muchos se inscriben, pero pocos saborean la victoria.