Después de varias reuniones en la Casa de Nariño, la mayoría de los líderes taxistas salieron contentos. Los fantasmas de un nuevo paro nacional en protesta por el alza de la gasolina se disiparon después de que el Gobierno, en cabeza del presidente Gustavo Petro y su ministro de Transporte, William Camargo, les hicieron varias propuestas y compromisos. En un principio, se les aseguró a los dueños de los ‘amarillos’ que iban a tener una tarifa diferencial, además de la confección de un plan de subsidio de vivienda.
Finalmente, el primer punto no se pudo hacer porque era prácticamente imposible para las estaciones de servicio calcular esa tarifa a lo que se suma la dificultad de controlar que los conductores no abusaran de esa tarifa. Sobre el segundo, el mismo Presidente habló y confirmó que el plan sigue en marcha.
En vista de los peros para confeccionar un precio diferencial, la opción del Gobierno Petro fue anunciar un bono que compense económicamente el aumento de la gasolina corriente, el cual será destinado para los conductores de taxi y se pagará en la última semana del mes, desde septiembre.
Para ello piden la actualización del Registro Único Nacional de Tránsito, pues con esto podrán definir el valor del bono, el cual podría variar dependiendo la zona geográfica por donde se mueva el taxi.
¿Cuánto les van a entregar?
Si bien aún no hay información oficial, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) publicó un informe en el que calculó el monto del bono y el impacto para las finanzas públicas que traería.
“Según el gobierno, 40.000 taxis usan gas como combustible, lo que implica que 193.947 funcionan con gasolina. Tomando esta cifra como referencia y asumiendo que efectivamente por tanqueada (diaria) los beneficiarios recibirían una compensación de $3.000, si un taxi opera de forma continua por 30 días, el beneficiario sería compensado con un valor mensual de $ 90.000” Anif
Este monto podría sobrepasar $ 17.500 millones mensuales, plata que, al sumar los últimos meses del año y el alza del galón de gasolina, podría llegar a costar $74.300 millones, dice Anif, que serán extraídos del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, mecanismo al cual le han querido tapar el hueco fiscal que genera, precisamente, con el aumento en el valor de los combustibles.
El gremio advierte que en 2024, el monto del bono podría llegar a $101.000 mensuales, y esto ya supondría un impacto en las arcas públicas de $237.000 millones, lo que significa que costaría cerca del 5 % del superavit que tendría el fondo al final el próximo año.
En vista de esta situación, Anif se pregunta si el Gobierno está dispuesto a generar más bonos o subsidios para otros sectores como los motociclistas, domiciliarios, acarreos, puesto que de implementar estas compensaciones, la situación fiscal se agravaría y quienes tendrían que pagar por ello serían todos los colombianos.
Un panorama aún más retador, teniendo en cuenta que se prevé que en 2024 aumente el Acpm, un hecho por el que el gremio camionero ha advertido movilizaciones o un paro nacional