Viviendo a la sombra del manglar y unido a sus raíces, investigadores de la Universidad Simón Bolívar hallaron tres especies de corales en una playa del Parque Tayrona, área protegida a cargo de Parques Nacionales Naturales en el departamento del Magdalena.
Es la primera vez que se describe esta asociación entre estos dos ecosistemas en el Caribe colombiano al que se ha denominado, según las primeras investigaciones hechas en el 2019 por el Instituto Smithsonian en el archipiélago Bocas del Toro en Panamá, como coexistencia de manglares y corales (CMC).
En momentos en donde la evidencia científica ha dado cuenta de la pérdida de un 80 % de la cobertura coralina en el Caribe –entre 1975 y 2000–, este descubrimiento supone una esperanza para este ecosistema altamente amenazado en el mundo. Mientras que los manglares, que también han presentado una alta degradación, tienen una gran capacidad de adaptación a condiciones extremas tanto naturales como antrópicas, por lo que son considerados como los “centinelas del cambio climático’.
Las especies encontradas durante la expedición presentaban –según los científicos– condiciones saludables. Los ejemplares de corales de fuego (Millepora complanata) y formadores de arrecifes (Porites porites y Siderastrea radians) estaban compartiendo relación y hábitat con el mangle rojo (Rhizophora mangle).
De igual manera se detectó que la temperatura del agua en la zona de influencia registró valores de hasta 25,5 C° a unos 40 centímetros de profundidad donde habitan los corales, mientras que por fuera de la cobertura del mangle superaba los 30 C°.
Cabe recordar que esta exploración fue adelantada por la Universidad Simón Bolívar, a través del centro de investigación Adaptia y el programa de microbiología, con el apoyo de Parques Nacionales Naturales, la Dirección General Marítima (Dimar) y la Fundación Instituto Bartolomé de las Casas (Inubac).
Importancia
Hernando Sánchez, biólogo y docente de la Universidad Simón Bolívar, precisó que esta coexistencia es más beneficiosa para los corales porque están buscando otros ambientes para su adaptabilidad y hacerle el “quite” a esas presiones que los mantienen bajo amenaza.
“La subida de la temperatura del mar está afectando a los corales y está produciendo lo que se llama blanqueamientos y eso tiene amenazado todo el sistema (…) la naturaleza se está adaptando a esos tensores que genera el ser humano y el cambio climático”, dijo.
Indicó que esta es una gran oportunidad para formar pequeños arrecifes de coral en las raíces de los manglares y por ello se busca estudiar qué estructura tiene esta coexistencia en otros lugares de la región Caribe como por ejemplo: Islas del Rosario, Archipiélago de San Bernardo y el Golfo de Urabá.
“En los arrecifes de coral encontramos una tercera parte de todas las especies descritas en los océanos, si perdemos cobertura también perdemos las especies. Si se borran los arrecifes peligra la vida sobre la tierra, es decir, es en donde se concentra la mayor diversidad genética de las especies que han evolucionado en la tierra y por eso la importancia de preservarlos”, aseveró.
Por su parte, Elizabeth Hernández Osorio, bióloga del subprograma de Recursos Hidrobiológicos del Parque Nacional Natural Tayrona, sostuvo que este descubrimiento es de gran importancia porque se genera conocimiento científico que a su vez ayudará a fortalecer los procesos y las medidas que se vienen implementando en áreas protegidas y en la restauración de ecosistemas de manglares y corales.
“Este hallazgo reafirma la importancia del área protegida y su función de mantener condiciones que favorezcan la adaptación de estos ecosistemas estratégicos al cambio climático y en consecuencia su conservación a largo plazo”, señaló.
Condiciones y expediciones
De acuerdo con Hernando Bolívar Anillo, microbiólogo, docente e investigador de la Universidad Simón Bolívar, hay varias condiciones que se deben dar para que haya esa coexistencia entre manglares y corales. La región Caribe –dijo– mantiene una alta probabilidad para que se encuentre esta asociación aparte de la zona ya explorada.
Señaló que debe existir una cercanía de arrecifes de coral al bosque de manglar, además de unas aguas trasparentes y la inundación permanente del manglar. Así y solo así podría prosperar la convivencia y desarrollo de ambos ecosistemas.
“La academia, fundaciones, el Ministerio de Ambiente y demás entidades debemos empezar a generar masa crítica en relación a este ecosistema. Sí, hay condiciones en diferentes sitios para que posiblemente exista esta asociación y lo que tenemos que hacer es ir a esas zonas, explorarlas y hacer investigaciones más rigurosas”, puntualizó.
La importancia de las áreas protegidas
Según el profesor Hernando Bolívar, el hallazgo de esta asociación entre manglares y corales en una playa en el Parque Tayrona resalta la importancia de las áreas protegidas para la conservación y preservación de la biodiversidad.
“La labor de Parques es tan importante para el cuidado de las áreas protegidas, porque de lo contrario no sabríamos si esta coexistencia se hubiese dado o si aún existiera. Esto debe incentivar al resto de la ciudadanía y a proteger nuestros ecosistemas”.