Hoy comienza la celebración del Triduo Pascual, comprendido el jueves, el viernes y el sábado de la Semana Santa, tres días que son considerados los más importantes y con mayor significado de la liturgia cristiana, que le recuerda a los fieles el fin de la Cuaresma y a su vez, la infinita misericordia que tuvo nuestro Señor Jesucristo por todo su pueblo.
El triduo comienza el Jueves Santo con la misa vespertina de la cena del Señor, alcanza su cima el Viernes con la celebración de la Pasión de Cristo y cierra con las vísperas del domingo de pascua (Vigilia Pascual en Sábado).
“Estos sos tres días donde todos los fieles celebramos el misterio pascual de nuestro Señor Jesucristo; es decir, la pasión, la muerte y su resurrección”, manifestó Kenneth Ramírez, delegado de Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de Barranquilla.
Este Jueves Santo se recalca la Última Cena, en la que ocurrieron tres importantes acontecimientos: Dios da el mandamiento del amor; entrega la Eucaristía como una celebración para competir en comunidad y realiza el lavatorio de los pies, como símbolo de humildad y sencillez.
“Jesús cenó por última vez con sus discípulos antes de padecer su muerte. Esta fue la cena judía, es decir, la pascua Judía, ese paso que hizo el pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto a la libertad que le dio Dios padre. Ahí Jesús les habla a sus discípulos del amor de Dios y lleva a cabo el signo del lavatorio de pies”.
En la Iglesia Católica, este último acto de lavar los pies simboliza la vocación de servicio, la humildad y la igualdad que todos sus fieles deben practicar, manifestando su grandeza.
El Viernes Santo se celebra la pasión y muerte del señor Jesucristo, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión en el Calvario, de quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna. De allí que la cruz se haya tomado como el símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos.
Por su parte, el sábado se realiza la vigilia Pascual, celebrando la resurrección de Cristo en los sacramentos y esperando su retorno en gloria. Este es el punto culminante del Triduo, la Pascua de la nueva alianza, que marca el paso de Cristo de la muerte a la vida.
Desde la Arquidiócesis de Barranquilla se invita a la feligresía a vivir el triduo pascual de una manera devota, en piedad, procurando encontrarse con el Señor y que cada celebración se viva de forma personal, dejando de lado las faltas y los pecados.