El 11 de marzo de 2019 el entonces alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández , causó revuelo por una de tantas frases con las que ganó popularidad. Señaló que “los bomberos de Bucaramanga son gordos y barrigones”, declaraciones que tres años después le están pasando factura.
El Juzgado Quinto Oral de la capital de Santander determinó que se le deberán pagar $45 millones a uno de esos voluntarios que resultó afectado por las palabras de Hernández. Se trata de Crystian Yohanny Pinzón y su hija Carla Yaneth Pinzón, quienes sufrieron daños psicológicos y emocionales.
Según el fallo, será la actual administración la que deba cancelarle esta suma al bombero Pinzón y luego cobrarle al exalcalde.
En mayo de 2019 un psiquiatra dictaminó que Crystian Yohanny Pinzón sufría “sentimientos de impotencia, sensación de burla a su trabajo profesional, personal, lo cual le reactiva síntomas anímicos, apareciendo tristeza, ansiedad, ira, agresión, ira, depresión, autoestima y problemas de adaptación”.
El fallo concluyó que Rodolfo Hernández “fue un instigador en todo momento, y durante su mandato, en contra de los servidores públicos y en especial con la comunidad bomberil”.