¿Se imagina usted bajándose de un tren eléctrico, con su familia, en una playa barranquillera, para disfrutar el mar, el sol y la brisa, hacer deporte o comerse un delicioso pescado mientras escucha el vaivén de las olas?
La verdad es que sí podrá hacerlo con un proyecto que ya se puso en marcha. Porque, aunque muchos no lo sepan, Barranquilla sí tiene playa y la ciudad está decidida a darle la cara, de la misma manera como ya se la dio al río Magdalena.
“Esta es una obra importante para Barranquilla y para Colombia porque nos va a llevar a la esquina más mágica de Latinoamérica. El punto donde confluyen la ciénaga de Mallorquín, el río Magdalena y el mar Caribe. Va a llegar hasta Puerto Mocho, nuestra playa, y luego nos va a llevar, después de culminadas las obras de la APP del río Magdalena, hasta la desembocadura de Bocas de Ceniza, un lugar mágico y que ahora nos va a permitir hacer turismo. Ese turismo que hemos hecho de manera informal lo vamos a dotar para que venga el mundo a conocerlo”, dijo el alcalde Jaime Pumarejo en una inspección que hizo este jueves al terreno por donde pasará el tren turístico, en compañía del secretario de Obras Públicas, Rafael Lafont; el gerente de Puerta de Oro, Ricardo Vives, y la gerente de Edubar, Angelly Criales.
Y no es un simple anuncio de gobierno. La construcción del proyecto Tren turístico-Paseo peatonal, que ya está licitado, adjudicado y contratado por la Empresa de Desarrollo Urbano Edubar, es un componente clave en la recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín.
“Aquí donde estamos es la estación del tren donde vamos a recibir a los visitantes, donde podrán comprar los tiquetes, donde escucharán una inducción acerca de lo que están encontrando en este complejo de la ciénaga de Mallorquín, y este será una oferta más del Ecoparque para traer empleo, calidad de vida y sostenibilidad a Barranquilla”, agregó el mandatario distrital.
Prendiendo motores
Una de las finalidades del proyecto es la recuperación y adecuación de la infraestructura vial existente en el sector de Las Flores, específicamente la línea férrea donde hace muchos años se desplazaban los trenes desde Bocas de Ceniza hasta el interior de la ciudad y que hoy se usan con fines turísticos de forma precaria por habitantes del sector con trenes artesanales a gasolina que los visitantes llaman popularmente “el trencito”.
“Dentro del complejo de la ciénaga de Mallorquín un componente importante es la playa de Puerto Mocho, por múltiples razones, pero principalmente por dos cosas que debemos resaltar: primero, el ecosistema de la ciénaga depende de la barra marina, porque es la que regula el intercambio de agua salada y agua dulce, por eso la intervención de la barra marina es importante, y adicionalmente por capitalizar una oportunidad que Barranquilla ha tenido dormida, que es su playa, porque sí tenemos playa”, explica el gerente de Puerta de Oro Empresa de Desarrollo Caribe, Ricardo Vives.
El tren turístico Las Flores comprende un recorrido a lo largo del tajamar occidental, que tiene contacto con la ciénaga de Mallorquín, el río Magdalena y el mar Caribe. Con el objetivo de conectar Bocas de Ceniza a la ciudad se reactivará esta línea, optimizando la conectividad y mejorando la infraestructura turística del sector, al igual que su entorno inmediato, mediante una serie de equipamientos de apoyo.
Así, el proyecto plantea una conectividad entre el actual sector turístico del barrio Las Flores y la playa de Puerto Mocho, mediante una vía de tren, franja de sendero peatonal y ciclorruta, con una serie de estancias y equipamientos dispuestos estratégicamente para un aprovechamiento amplio de las características ecoturísticas del tajamar.
El tren turístico Las Flores tendrá actividades a lo largo de su trayecto, con nuevas interacciones en el lugar, como línea férrea, sendero peatonal y ciclorruta, y tres estaciones de tren: Bocas de Ceniza, Manglario y Puerto Mocho.
Durante el recorrido el visitante encontrará sitios comerciales, plazoletas, miradores. Esto a su vez, contribuirá al desarrollo económico del sector mejorando las condiciones de accesibilidad, seguridad de la vía y condiciones de la playa.
“Lo que veremos primero será este gran parqueadero, que será el centro de llegada de visitantes, luego empezaremos a edificar la estación, que será la zona de ingreso a la playa de Puerto Mocho y a ese espacio mítico, luego empezaremos a ver cómo se empiezan a hacer las carrileras del tren, luego los muros de zona de contención y luego el malecón, donde vamos a caminar. Después llegará el tren, que actualmente se encuentra en licitación. Está abierto el proceso y estamos recibiendo ofertas de cualquier parte del mundo para la construcción de ese tren eléctrico. Serán dos vagones de 70 pasajeros aproximadamente que estarán yendo y viniendo desde aquí hasta Puerto Mocho”, afirmó el alcalde durante el recorrido.
El proyecto Tren turístico-Paseo peatonal tiene actualmente un avance del 6 % en sus obras iniciales, que comprenden intervenciones que se están ejecutando, entre ellas desmonte y descapote de material, excavación para muros de contención, relleno en material seleccionado y figurado de acero de refuerzo para muros de contención.
Este es un proyecto que se ejecutará en fases, dejando así abierta la posibilidad de crecimiento futuro para un aprovechamiento amplio de las características ecoturísticas del tajamar.
Un nuevo turismo en Barranquilla
La recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín, de la mano de la recuperación de la playa de Puerto Mocho, garantizará la estabilidad ambiental de la ciénaga, pero al mismo turismo impulsará un nuevo turismo que Barranquilla que no tiene muy explorado: el turismo de sol y playa.
“La única forma de llegar a esa playa es por el tajamar, una obra hidráulica que actúa como barrera entre el río y la ciénaga, y nos permitirá llegar a nuestra única playa, con un proyecto sostenible de conectividad en el tajamar. Por eso se proyecta un tren eléctrico y vías de acceso, tanto peatonal como de bicicletas, que les entregarán a los barranquilleros 2 kilómetros más de una especie de malecón de tajamar para volver la experiencia de llegar a la playa de Puerto Mocho una experiencia amigable con el medioambiente, pero sobre todo atractiva para el turismo. El tren será el transporte público que conectará la playa de Puerto Mocho con el casco urbano de Las Flores”, asegura Vives.
En la playa se harán obras de estabilización de la barra, que corresponden a la parte de suelos, y después un planteamiento muy turístico de la nueva oferta de casetas y servicios gastronómicos, un sistema de caminos, canchas deportivas y, lo más importante, el ordenamiento de la playa. Junto con la DIMAR se organizarán las franjas para bañistas, para embarcaciones con motor, para deportes, para tránsito y demás actividades.
“Muy pronto vamos a abrir la convocatoria para el cambio de nombre de la playa para que los barranquilleros la llamemos como nos inspire, dentro de poco abriremos esa convocatoria también”, anunció Pumarejo.
Impacto social
Todo el complejo de la ciénaga de Mallorquín comprende 1.200 hectáreas, entre las rondas y el cuerpo de agua, y esta intervención tendrá un gran impacto de ciudad, y en alguna medida metropolitano y departamental. La administración del alcalde Jaime Pumarejo le está apostando a que este proyecto de recuperación integral traiga muchos beneficios para las comunidades vecinas, especialmente en el corregimiento La Playa y en el barrio Las Flores. Se estima que el impacto social influirá de manera directa a más de 20.000 habitantes de la zona que verán mejoras importantes en su calidad de vida.
“Primero es turismo, que trae empleo. Le estamos trayendo a Las Flores las cosas que necesitan. Van a venir cada día más visitantes y eso significa más gente en los restaurantes. Me imagino hostales en Las Flores, donde la gente que venga a avistar aves o hacer deportes de vela, de remo o kitesurf se queden en este lugar. Así que habrá una transformación en beneficio de la comunidad, y lo mismo va a pasar con La Playa. En dos años veremos el cambio completo de estas comunidades, pero será un cambio duradero, un cambio sostenible y que va con un perfecto maridaje entre la sostenibilidad del medioambiente, la creación de empleo y la recuperación de barrios como este”, explicó el alcalde Pumarejo.
Con la Secretaría de Desarrollo Económico y el Centro de Oportunidades el Distrito viene trabajando con las comunidades de pescadores, de caseteros y con las familias que habitan en el entorno porque vendrán oportunidades de trabajo y de mejores ingresos para ellos, en múltiples frentes: recorridos guiados, expediciones, pesca artesanal, turismo de caminata, de observación de aves, además de consumo en los establecimientos, lo mismo que hostales y demás servicios comerciales para los visitantes del sector. “Claramente hay una gran oportunidad de desarrollo económico para las personas que viven en el entorno y de desarrollo social que viene de la mano con el crecimiento económico”, apunta el gerente de Puerta de Oro.