Estados Unidos lanzó esta semana una campaña informativa bajo el slogan «Dígale no al coyote», a través de la cual busca frenar el tráfico humano, y la ha centrado en los traficantes, quienes usan sus ardides para aprovecharse de los migrantes que tratan de llegar al país de manera irregular desde Honduras, Guatemala y El Salvador, región conocida como el Triángulo Norte de Centroamérica.
“Los contrabandistas usan mentiras para atraer a quienes son vulnerables a emprender un viaje peligroso que a menudo termina con su expulsión del país o desemboca en una muerte”, indicó el comisionado de la Agencia de Control y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), Chris Magnus, al comentar sobre la campaña ‘Dígale no al coyote’.
"Por qué vivos se los llevaron, vivas las queremos"#HastaEncontrarles #PuentesDeEsperanza pic.twitter.com/vTTG8ZDjo8
— Proyecto Puentes de Esperanza (@PPEsperanza) May 2, 2022
La entidad se valdrá de anuncios pagados por un periodo de dos meses para hacerlos llegar a los teléfonos y plataformas de redes sociales a los migrantes y de ahí a un sitio en la red que denuncia la maniobras ilegales “incluido el hecho de que los contrabandistas son delincuentes y que las leyes de inmigración de Estados Unidos siguen vigentes”, señala CBP en un comunicado.
Actualmente, las autoridades federales de inmigración detienen diariamente a unos 7.000 migrantes cuando tratan de cruzar la frontera desde México, pero el Gobierno estima que ese número pudiera alcanzar los 18.000 diarios después de que expire el Título 42, nominalmente el próximo 23 de mayo.
De otro lado, un informe sobre desaparición de personas migrantes en México presentado este miércoles por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), organización sin ánimo de lucro especializada en la materia, afirma que los casos de migrantes desaparecidos en México en 2021 se cuadruplicaron en relación a 2020.
Así, de 89 reportes se pasó a 349 personas desaparecidas, un significativo aumento del 292 %, advierte el reporte.
En la actualidad, cientos de miles de personas migrantes, incluidas familias enteras, atraviesan México cada año con el objetivo de alcanzar EE.UU. Por el camino enfrentan numerosos peligros, siendo con frecuencia víctimas de delitos o convirtiéndose en objetivos de cárteles de las drogas.
La mayoría de los desaparecidos provenían de países centroamericanos, como Honduras, El Salvador o Guatemala, y también de otros como Cuba, Ecuador o Venezuela. El informe refleja que el 44 % de ellos tenía entre 18 y 29 años, el 42 % entre 30 y 59 años, mientras que el 14 % eran menores de edad.
El 75 % de las personas desaparecidas que finalmente son encontradas aparecen en centros de detención de inmigrantes o en viviendas temporales en los estados de Chiapas y Tabasco.
Sin embargo, el SJM alerta de que existe un significativo subregistro de desapariciones de migrantes en el país y respalda el contenido del informe del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED) sobre su visita a México en noviembre de 2021, que destacó la existencia de «una situación generalizada de desapariciones en gran parte del territorio nacional, frente a la cual imperan una impunidad casi absoluta y revictimización».
La organización jesuita denuncia la falta de cooperación interinstitucional para atender la problemática, que se refleja en las diversas cifras de atención y reportes que las distintas instituciones de gobierno ofrecen respecto de indicadores similares básicos.
Entre 2007 y 2021, el Programa de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas del SJM atendió en México 1.280 casos de migrantes desaparecidos. El 71 % eran ciudadanos centroamericanos, el 22 % mexicanos y el 7 % sudamericanos.
El 74 % de estas personas eran hombres y el 96 % tenían como destino EE.UU. En el 94 % de los casos, los lugares de último contacto se encontraban en México y en el 6 % restante en EE.UU.
A propósito de esta dramática situación, familiares de Honduras, Guatemala y El Salvador terminaron esta semana en México la XVI Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, con el objetivo de buscar a sus seres queridos que desaparecieron en territorio mexicano cuando iban rumbo a EE.UU.
Al grito «Vivos se los llevaron, vivas las queremos», comenzaron su marcha el pasado 1 de mayo, tras ingresar a territorio mexicano por la frontera sur con Guatemala, para continuar su paso por Tapachula por Tuxtla Gutiérrez (estado de Chiapas); Villahermosa (Tabasco);Coatzacoalcos, Córdova y Veracruz (homónimo) y concluir en Ciudad de México.