En la capital del Atlántico se gestará el proyecto que marca un hito en la transición energética de Colombia: el primer parque eólico costa afuera de Latinoamérica.
Con una inversión de US$1 billón, generará 350 megavatios y permitirá aprovechar el potencial del territorio, atraer más inversión y generar nuevos empleos.
Luego del lanzamiento de la Ruta del Hidrógeno, en octubre de 2021, Barranquilla vuelve a ser protagonista en la transición energética de Colombia. Este martes, 3 de mayo, el presidente de la República Iván Duque Márquez presentará oficialmente la versión definitiva de la hoja de ruta para el desarrollo de la energía eólica costa afuera desde la capital del Atlántico.
Lo anterior, debido a que cerca de Barranquilla se construirá el primer parque eólico costa afuera de América Latina, tal como quedó estipulado en el memorando de entendimiento firmado en el marco del CERAWeek, que se llevó a cabo en Houston (EE. UU.) en marzo pasado.
Se trata de un megaproyecto para la generación de energías limpias que, con una inversión de US$1 billón, generará más de 350 megavatios, planificados para llegar hasta 500 en un área en Barranquilla y el Atlántico.
Para el alcalde Jaime Pumarejo, la importancia de este parque es que Barranquilla entra a las grandes ligas de construcción de infraestructura ‘offshore’.
Por una parte, con el apoyo del Gobierno nacional y el respaldo de una compañía del más alto nivel como Copenhagen Infraestructure Partners (CIP), se trata de una oportunidad para la región en la medida en que promoverá independencia energética, generando condiciones para que la ciudad se vuelque a las energías limpias, lo que a largo plazo significará un ahorro en el gasto para la ciudadanía en general.
Asimismo, la construcción del megaproyecto representa la creación de cientos de nuevos empleos directos e indirectos, potencial para atraer inversiones por 27 billones de dólares e impulsar el desarrollo portuario.
Entre las ventajas de la construcción del parque eólico costa afuera se destaca la calidad de la energía, que es el doble de eficiente que la de un parque eólico en tierra; la velocidad del viento es mayor y más constante; menor impacto visual y acústico y mayor capacidad instalada a la de un parque eólico en tierra.
Para todo ello, el Distrito no aportaría recursos sino cooperación técnica que, desde hace dos años, han venido gestionando la empresa Alumbrado Público de Barranquilla (APBAQ) y la Oficina de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Desarrollo Económico, en articulación con el Gobierno danés y Copenhagen Infrastructure Partners.
CIP ha desarrollado proyectos en América del Norte, Reino Unido, Alemania, Taiwán, Japón, Corea del Sur, Australia y América Latina; administra fondos globales por 19.000 millones de dólares, y tiene sedes en Dinamarca, Hamburgo, Ultrecht, Londres, Nueva York y Tokio.
Dicha entidad, reconocida a nivel mundial como pionera y líder de la modernización de la industria eólica marina, pondrá a disposición todo su conocimiento técnico, con el fin de proporcionar antecedentes, supuestos clave y todos los detalles necesarios para la implementación del proyecto; asimismo, la entidad pondría a disposición un componente para su financiamiento.