“Un ecosistema es más saludable entre mayor biodiversidad posea”, así lo sostiene el director de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico C.R.A, Jesús León Insignares, al explicar la importancia ecológica que tiene el proyecto de “Plan Pescao”, con el repoblamiento de 12 millones de alevinos en los humedales como las ciénagas de Luruaco, Malambo, San Juan de Tocagua, del Totumo y el embalse El Guájaro.
El repoblamiento de los cuerpos de agua, con especies de Lisa, Lebranche, Sábalo y Róbalo, contribuyen a mantener el equilibrio de las poblaciones de especies nativas, mejorando las condiciones de los ecosistemas, explica la Bióloga Ayari Rojano; al indicar por ejemplo, que la Lisa cumple un papel fundamental, actúa como una especie de forrajeo, es decir, sirve de alimento para otras especies; además es importante en el reciclaje de nutrientes, teniendo en cuenta que por ser numerosas, se alimentan de detritos que ayudan a elevarlos a la red trófica y consumen plancton, siendo intermediarios entre los productores y el resto de la red.
El “Plan Pescao”, es un proceso que se realiza por segundo año consecutivo y en el que participan de manera activa y articulada diferentes entidades como lo son: la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), Ejército Nacional, Gobernación del Atlántico, Alcaldía de Santa Catalina, Bolívar; Alcaldía de Repelón, Atlántico, Federación de pescadores del canal del Dique, agremiaciones de pescadores de Loma Arena y la C.R.A, como máxima autoridad ambiental del departamento del Atlántico. El proceso se realiza diariamente, por 20 días y en la fase del año 2021, inició el 25 de enero, con una finalización programada para el 13 de febrero.
El Veterinario y asesor de la C.R.A, Iván Peláez, cuenta cómo se lleva a cabo este proceso, detallando que “Iniciamos en el puente de Amansaguapo, en Loma Arena, jurisdicción de Bolívar, donde los alevinos encuentran dos barreras que no pueden cruzar; una natural, cuando desovan en el mar, suben con la corriente y llegan al cuerpo de agua a desarrollarse. Aquí, con la colaboración de pescadores de la zona abrimos la barrera y los ayudamos a pasar, luego encuentran una segunda barrera que es el puente, entonces muy temprano, también con ayuda de los pescadores, hacemos la captura de los alevinos y los ayudamos a pasar de un lado al otro del puente”, agrega.
Posteriormente, continua explicando, con apoyo del Ejército, son trasladados en tanques aireadores especiales, con acompañamiento de la AUNAP, como experta en el tema, una gran parte de los alevinos, en promedio 250 mil diarios a los cuerpos de agua del departamento del Atlántico, para que allí sean sembrados, alcancen las tallas mínimas permitidas y en un promedio de seis meses los pescadores puedan realizar la pesca, garantizándoles fuentes de ingreso y seguridad alimentaria para las comunidades.
Peláez, asegura que el impacto del proyecto va más allá, porque resolvió una grave problemática, debido a que antes de implementarse, año tras año, a raíz de las barreras que encontraban las especies en el sector de Loma Arena, se veía una mortandad de peces en esta zona, mientras que hoy; gracias al “Plan Pescao”, “hemos contribuido a acabar con esta problemática, logrando la sobrevivencia de miles y miles de especies”.