«Es claro que se ha iniciado un gran dispositivo para silenciarme y obviamente evitar que entregue el testimonio de verdad en todos los sistemas de justicia en Colombia», afirma el excabecilla del «clan del golfo» Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, en una carta que envió a la red de víctimas del conflicto armado en Colombia Somos Génesis y organizaciones de víctimas del Urabá Antioqueño y Cordobés, Norte de Chocó, Bajo y Medio Atrato, San Juan y Calima.
Además, en mayúsculas, precisa: «Expreso ante ustedes mi desazón porque se está escenificando a través de decisiones judiciales injustas para las victimas UN PLAN PARA LLEVARSE LA VERDAD A LOS ESTADOS UNIDOS, A TRAVÉS DE MI EXTRADICIÓN, se pretende que todo mi esfuerzo y en especial el esfuerzo que ponen las victimas para lograr la reconciliación y alcanzar la paz en Colombia, se fracture impidiendo hallar la verdad y las causas de la violencia».
Alias Otoniel cuya extradición ya firmó el presidente Iván Duque, manifiesta que hoy se encuentra «en una situación critica ante la decisión que ha tomado la Honorable Corte Suprema de Justicia, en su sala de casación de conceder mi extradición a los EE.UU, y ante la negativa en primera instancia de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP de no aceptar mi petición de postularme al sistema de Justicia Transicional como tercero civil».
Tras señalar que «es claro que se ha iniciado un gran dispositivo para silenciarme y obviamente evitar que entregue el testimonio de verdad en todos los sistemas de justicia en Colombia», alias Otoneil afirma que «resulta sorprendente que en tan poco tiempo se hayan activado todos los mecanismos para extraditarme con el solo propósito de silenciar la verdad».
Y más adelante indica: «Es necesario entonces advertir que bajo la lógica de la extradición no se construye la paz, la extradición no es el mecanismo, ni es la formula para resolver el conflicto en Colombia, el conflicto lo tenemos que resolver entre los que hemos estado enfrentados en las armas, pero además logrando que se sienten en la mesa de responsables todos aquellos lideres políticos, militares, exmilitares, empresarios, ganaderos, entre otros que han financiado este conflicto. No es posible que solamente nosotros los que llamamos entre comillas “guerreros”, que hemos actuado muchas veces como un instrumento de la violencia estemos sentados en el banquillo».
Manifiesta que asume su responsabilidad «como actor y victimario» y pide «perdón a las victimas por los crímenes de lesa humanidad que hemos cometido en esta barbarie que ha atravesado mas de treinta años de conflicto armado, pero también emplazo a que asuman su responsabilidad las altas élites económicas de este país, a los sectores políticos que han auspiciado, han promovido, patrocinado, fomentado el paramilitarismo y la eliminación física del otro, del pueblo, de los campesinos, de los mas olvidados como la única manera de perpetuarse en el poder».
Igualmente solicita «respetuosamente se me escuche en las salas de la JEP y se me permita todas las garantías en mi proceso de apelación ante la sección de apelación del tribunal de paz de la JEP, en mi petición de sometimiento ante esta jurisdicción, así mismo elevo peticion respetuosa a la honorable sala de casacion de la Corte Suprema de Justicia, acepte suspender de manera provisional mi orden de extradición a los EE.UU, hasta que termine de entregar testimonio de verdad en el sistema integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición».
Finalmente pide al presidente Ivan Duque Márquez, «que no actúe con animo de venganza, sino con sentido patrio, que actúe como mandatario y estadista y no como un ciudadano segado por el odio y la irracionalidad que no contribuye a la construcción de la paz, señor presidente es necesario que usted también acate la ley, que acate las peticiones y las demandas de las victimas y que sea respetuoso de sus derechos, lo invito a que tome un tiempo para la reflexión y permita que las víctimas accedan al derecho de escuchar la verdad de mis testimonios en procura de la justicia, la reparación y las garantías de no repetición que merecen».