Debido a la investigación adelantada por la Fiscalía y contrainteligencia del Ejército, fueron capturados dos sargentos y cuatro soldados profesionales del Ejército Nacional en Bogotá, Ibagué y Piedecuesta, Santander, señalados de vender armamento a organizaciones al margen de la ley.
De acuerdo a las investigaciones, los seis militares capturados desviaban armas, partes y municiones desde distintos batallones del país para, presuntamente, venderlos a grupos ilegales, como las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo.
Se conoció que debido a estos hechos, la Fiscalía les imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir agravado, porte y tráfico de armas de uso privativo de las fuerzas armadas y enriquecimiento ilícito.
Trascendió que solo uno de los sargentos aceptó los cargos. La Fiscalía solicitó que los uniformados fueran enviados a la cárcel por los hechos.