La Organización Mundial de la Salud (OMS) recalcó la importancia en que se priorice investigar a BA.2, la nueva subvariante de Ómicron que fue descubierta en Suecia.
Según el ente mundial sanitario, esta ‘cepa inferior’ se está propagando ‘a una gran velocidad’ por todo el mundo, y se desconoce el impacto que tenga en la evolución de la pandemia de COVID.
Se conoce que la variante BA.2 recibe la etiqueta de ‘sigilosa u oculta’, debido a su compleja detección en los mecanismos de identificación del COVID con respecto a otras variantes, como en la prueba nasal PCR.
La característica, según las primeras investigaciones, responde a que BA.2 no dispone de la mutación característica en el gen S (una de las tres partículas genéticas del COVID), el cual es fundamental para determinar su origen.
Las evidencias científicas de la OMS reunidas en torno a Ómicron se basan principalmente en el sublinaje BA.1, pero se ha observado en los últimos días la presencia cada vez más importante del otro sublinaje: el BA.2