“El pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero sí lo que deberíamos evitar”, dice el filósofo José Ortega y Gasset. Esta filosófica frase aplica de manera literal para el ciclo de 100 días que inicia este tres de diciembre en Colombia con miras a las elecciones al nuevo Congreso de la República.
Del tres de diciembre de este año al 13 de marzo de 2022, según el calendario electoral, transcurrirán 100 días exactos previos a la elección de los nuevos congresistas de Colombia, tiempo suficiente para valorar la importancia del tema que está en juego y también para reflexionar sobre lo malo y lo bueno del congreso que ya casi termina y cómo hacer para elegir unos mejores senadores y representantes a la cámara.
La reflexión debe hacerse de parte y parte, por un lado, el pueblo que debe elegir y, por otro, los candidatos que buscan ser elegidos. Es hora ya que el elector primario estudie a conciencia lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que podría pasar si no toma una acertada decisión al momento de votar el próximo 13 de marzo.
También es el tiempo límite para que los aspirantes al nuevo congreso durante estos 100 días hagan visibles sus propuestas y se den a conocer de la mejor manera, además de definir los mecanismos que faciliten su elección.
El tiempo premia, pero también castiga. Quienes más deben aprovechar al máximo estos 100 días son los candidatos y sus respectivas campañas, en especial aquellos que tienen limitaciones presupuestales,
pues a falta de recursos económicos se hace imperiosa la necesidad de recurrir a acertadas estrategias, las cuales deben estar basadas en mucha creatividad, originalidad, autenticidad y un alto nivel de innovación.
A los candidatos ya no les queda espacio para vacilaciones y dilaciones frente a la conformación de sus listas y sus respectivos equipos de trabajo. Al igual que en el ámbito nacional, donde se cuecen alianzas y coaliciones de distintos matices políticos con el fin fortalecerse y hacer viable el triunfo electoral a la Presidencia de la República, en las regiones el proceso para las elecciones al congreso también exige esa misma dinámica como mecanismo eficiente para resultar elegidos el próximo 13 de marzo.
Para los candidatos, el laboratorio de oportunidades está en marcha, sólo que a estas alturas les queda poco tiempo para que ellos sigan explorando con más y nuevos experimentos, lo cual les indica que les llegó la hora de la toma de decisiones con base en los conocimientos que ya tienen a la mano sobre aspectos determinantes como promesa programática, la estrategia de relacionamiento y equipos pertinentes para el máximo aprovechamiento del recurso humano, alianzas, acuerdos, logística y en especial la observancia por el respeto profundo a la democracia que equivale al reconocimiento de la dignidad del ciudadano.
Para los electores, son 100 días de estudio a conciencia, basados en la observación con ojo clínico, análisis profundo del origen de los candidatos y su recorrido político y al final el elector primario antes de votar debe hacerse los siguientes interrogantes: ¿En qué se parece al pueblo el candidato por quien pienso votar? ¿Conozco sus respuestas y propuestas? Esa es la tarea que debe resolver quien de verdad se considere un ciudadano responsable.