Titanes de Barranquilla se coronó pentacampeón y queda a un título de alcanzar a Búcaros, máximo campeón histórico de la Liga.
El partido con una serie vibrante, se alargó a 5 partidos, donde los dos primeros juegos fueron ganados por Cimarrones y los dos segundos por Titanes, por lo cual la gran final de la Liga de Baloncesto Profesional se decidió en un quinto partido donde Titanes refrendó la remontada que venía consiguiendo en los dos últimos partidos de la serie y derrotó a Cimarrones 100-90.
El partido pactado para después de las 2:00 P.M en el coliseo Ginney Bay de San Andrés, sufrió un retraso debido a un tablero contabilizador que no se activaba para el comienzo del juego debido a una falla eléctrica con este. No obstante, se logró activar pocos minutos después y el primer cuarto comenzó con un contundente dominio de Titanes que en apenas 3 minutos ya ganaba 12 – 2, tomando 10 puntos de ventaja y obligando al entrenador de Cimarrones, Jorge Carreño, a pedir el primer tiempo fuera.
A pesar del intento del técnico Carreño por despertar a sus dirigidos, Cimarrones no reaccionó y gracias a desempeños sobresalientes de jugadores como Hansel Atencia al servicio de Titanes, el primer cuarto finalizó 34 – 16 a favor del conjunto barranquillero.
Para el segundo cuarto el dominio de Titanes bajó, pues anotaron 14 puntos menos con respecto al primer cuarto gracias a la reacción de Cimarrones que marcó 19 canastas para un parcial de 20-19. Los múltiples lanzamientos de falta a favor de Titanes fueron aprovechados por jugadores como Josimar Ayarza, lo que le permitió a Titanes terminar la primera mitad del partido con el marcador 54 – 35 a favor, manteniendo la amplia ventaja cosechada en el primer cuarto.
Los jugadores de Cimarrones comandados por Romario Roque despertaron para la segunda mitad, pues anotaron 7 puntos consecutivos en el primer minuto del tercer cuarto, situación que obligó al técnico de Titanes, Tomas Díaz, a pedir tiempo fuera para indicarle a sus jugadores no perder la ventaja lograda en la primera mitad.
Sin embargo, esto fue en vano, pues Cimarrones continuó navegando contra la corriente y acortando la ventaja, anotando 14 puntos en cuatro minutos y aprovechando los desaciertos de Titanes en sus turnos de ataque. Cimarrones logró acortar la ventaja hasta solamente seis puntos de diferencia, sin embargo el lunar de la jornada se hizo presente nuevamente: finalizando el tercer cuarto, el marcador contabilizador se apagó en dos ocasiones quitándole ritmo al juego. Con un parcial de 16 – 28 a favor de Cimarrones, el marcador general terminó 70-63 al terminar el tercer cuarto.
Para el último cuarto de la temporada, Cimarrones hizo todo lo posible por remontar el marcador y, aunque no lo logró, acortó la ventaja a 2 puntos de diferencia. Sin embargo, el quinteto chocoano perdió buena parte del ataque que lo había caracterizado durante la segunda mitad y Hansel Atencia, destacado jugador de Titanes, se encargó de aumentar la ventaja nuevamente a 10 puntos a favor del conjunto barranquillero.
Cimarrones empujó y al final del juego un triple de Dominique Morrison puso el marcador a 4 puntos de diferencia. No obstante, una sucesión de faltas convertidas en puntos por los jugadores de Titanes pusieron fin a un emocionante partido decisivo que terminó con marcador parcial 30 – 27 y marcador general de 100 – 90, haciendo del equipo barranquillero ganador de los cuatro cuartos y pentacampeón de la Liga de Baloncesto Profesional, quedando a un título de Búcaros.